Por: Armando León Lezama

PARTIDOS SECUESTRADOS POR DIRIGENCIAS EN BAJA CALIFORNIA SUR

El PAN práctica el clientelismo popular; El PRI el ausentismo de su militancia; El PRD, el desdén de sus afiliados; El PT, puro general sin tropa; El Partido Encuentro Social, el Partido de Renovación Sudcaliforniana y el Partido Verde Ecologista, puro dirigente que no tiene a quien dirigir. EL PANAL, solos en su avispero magisterial y MORENA, un partido de la esperanza ciudadana con una dirigencia trastornada.

Actualmente los partidos políticos han transformado sus instalaciones en espacios donde únicamente acude “un puñado” de trabajadores asalariados por su ejercicio administrativo, de mantenimiento, directivo o de mandos medios; más la militancia, ya sea de base, de representación popular, de liderazgos, está ausente.

Son entonces los partidos políticos en Sudcalifornia, lugares vacíos, espacios en abandono, ausentes de escuela de cuadros, sin actividades permanentes que permitan y fomenten la reflexión, la capacitación partidista, la formación social mexicana.

Se han transformado en oficinas electoreras, donde no importa la vocación, la conciencia social, la historia de la lucha libertaria, la lealtad, los principios, porque todo es suplantado por un escenario circense donde el “más simpático” y  el más adinerado ganan en las urnas. Además de los mentirosos.

Incluso, la sospecha de Fraude electoral está en la mente de miles de ciudadanos de la entidad porque en los tiempos que vivimos en el país mexicano no son creíbles los triunfos de “carro completo”.

Sin embargo por esta ocasión el tema central es la incapacidad o la falta de voluntad para reconocer que así como los alumnos son el gran motivo de la preparación de profesores y de construcción de escuelas, la militancia  es la razón de gastar dinero en la formación de partidos políticos para que generen los espacios de diálogo, debate, reflexión, propuestas, para que en el conjunto de esta participación se elabore el gran proyecto político, económico, social, que necesitamos y que tanta falta le hace tener al conjunto de habitantes del Estado de Baja California Sur.

Hoy en día por el secuestro de las instalaciones del pueblo por parte de las dirigencias de los partidos políticos, no hay oposición vigorosa sino una pose de aparente critica que no pasa de declaraciones y discursos de voces aisladas.

No hay cuerpo político, masa social, programa y proyecto, de ninguna de las fuerzas partidistas en la entidad. No hay organización para ninguno de los temas de la agenda pública estatal por parte de la base ciudadana, de las militancias, de los afiliados sindicales.

El membrete de pri, pan, prd, pt, pes, prs, pvem, panal, morena, se ve con letras minúsculas, no con la grandeza que debiera por la ausencia de militancia, que por cierto, existe, aunque quiera reducirla el PAN a clientelismo electoral.

Cada partido tiene leales no convocados, no llamados, no incorporados a las tareas, no tomados en cuenta para los temas de gran calado, olvidados, mandados al traspatio, cuando son motivo y razón de la existencia de los partidos políticos.

Dirigente de los partidos políticos. No sean comparsas del Poder en turno, ejerzan la democracia participativa, que el pueblo hable, opine, mande.

Quizá ustedes solos “no mueven vientos”; pero la fuerza social mueve montañas y a eso le temen los poderosos que mal piensan hacia el trabajador, el estudiante, amas de casa, obreros, artistas, profesionistas,…sobre todo con el actuar neoliberal que no piensa en dignidad, sino en que todo se vende y se compra.

Hoy el señor gobernador actual Carlos Mendoza Davis, “va de paso”. Lo importante no es un proyecto sexenal con ambición de trascendencia, que al llegar otro gobernador lo mande al carajo.

En síntesis lo que bien conviene a los habitantes de Sudcalifornia, es elaborar la constitución del siglo XXI, no al vapor, sí dando pasos poco a poco, avanzando como la humedad, que entre en todas partes y en todos los pensamientos. Necesitamos ser actores no espectadores, ocupamos los habitantes del Estado de Baja California Sur, un alto sentido de pertenencia a esta geografía, amarla, quererla, no solo vivir en esta bella península de mar, aire, arena, atardeceres hermosos, nuestra misión es no permitir nuestro exterminio; sí nuestro progreso real y efectivo. ¡No al secuestro de partidos!