DEJA QUE LOS PERROS LADREN, PERO QUE NO ATAQUEN NI MUERDAN

Por Max RODRÍGUEZ

Desde siempre se ha manifestado que existe un reglamento para poder llevar animales al malecón, para que puedan pasear junto con las personas a pesar del riesgo que se corre, sin embargo no hay quien aplique las sanciones correspondientes cuando se llega a presentar un caso como fue el del profesor Enrique Estrada Lucero, que fue atacado por un perro; es hasta que ocurre un asunto grave como del que hablo cuando salen a relucir “las disculpas, el que nunca había ocurrido una cosa similar, vamos a estar pendientes de lo que ocurra”, en fin miles de pretextos cuando las cosas ya sucedieron.

El pasear a los perros por lo malecón junto con las personas puede causar severos problemas, más cuando los dueños no tiene la atención de cuidar y cumplir con “el reglamento”, ya vimos lo acontecido, ahora que, para que esperamos que suceda nuevamente algo similar o peor.

Existe un patronato Pro malecón, es el que, al parecer, se encarga de hacer sus propuestas para mejorar la zona comercial, restaurantera y antros, en fin, para atraer al turismo y a los locales, quien presenta proyectos para el paseo de los animales en el lugar.

Sin embargo, hasta el momento nadie, excepto quienes pertenecen al patronato y sus agremiados conoce  dicho reglamento, no hay promoción al respecto y los dueños de los animales menos saben que hacer, y no hay quien sancione.

Según se dice, el reglamento menciona que los perros deben de traer bozal, deben de estar bien sujetos y en corto por sus propietarios, no deben estar sueltos jamás, que los dueños deben portar bolsas de plástico para recoger las heces, pero en los hechos sucede totalmente lo contrario.

Se ha llegado al grado de que en una ocasión los perros de una pareja paseaban sin correa y al llegar a un lugar que estaba acordonado por la policía ministerial debido a que en la playa había una persona sin vida, los perros corrieron hasta el lugar, olieron el cuerpo y luego orinaron sobre el cadáver, además de que corrieron sobre las huellas,  posibles evidencias que se pudiesen encontrar en la arena, los agentes policiacos nada pudieron hacer debido a la agilidad de los animales.

Otro caso es el de los que pasean por el malecón sobre bicicletas, es gente que se dedica a hacer deporte en bicicleta, jóvenes y adultos, pero que de la misma forma no respetan y pasean sobre la acera, cuando hay un lugar especial para ellos. Los ciclistas piden respeto de los automovilistas, pero ellos no respetan a los peatones.

Así las cosas, la gran mayoría de los propietarios de los perros, no los detienen y son un riesgo para las personas, dejan las heces de sus animales en el camino lo cual deja mal aspecto y pésimos olores, los ciclistas son un peligro y los paseantes tienen que esquivarlos cuando las bicicletas asumen una velocidad excesiva sobre las aceras.