Por: Armando León Lezama

 

JUICIO POLÍTICO O DENOSTACIÓN A LA POLÍTICA

 

+ La ley reglamentaria del Congreso inexperta en juicios políticos.
+ Francisco Monroy no le falló a los paceños.
+ La vida vale más que el oro.

La vida vale más que el oro. Esa fue la síntesis de la lucha de los habitantes de Sudcalifornia en contra de la extracción de ese metal precioso en los derredores de su gran pulmón: La sierra de La Laguna. Uno de los lugares más bellos de la geografía estatal.

Cierto, los únicos desesperanzados y olvidados son las comunidades rurales que se han dedicado desde tiempos de sus antepasados a la minería a pequeña escala y de manera artesanal de extracción de oro.

El pleito entre ambientalistas y empresas en nada les beneficia cuando de no tener trabajo se trata y cuando legisladores, gobernantes, Instituciones de nivel superior y empresarios no generan alternativas reales, duraderas y rentables para mineros y sus familias.

Sin embargo, dejándolos tras el telón, queda de cara al público un gobierno municipal entrante que de manera equivocada o tendenciosa le da carácter de existente a una sesión ordinaria del XIV Ayuntamiento que perjudica a la entidad, toda vez que con ello la empresa Los Cardones avanza en su litigio y puede encontrar amparo en el gobierno federal, como ya encontró en el Estado Mexicano facilidades que la misma constitución le otorga y pueden allanarle el camino permitiéndole sentar sus reales aún en perjuicio de la población sudcaliforniana.

De manera que la sesión que el XV gobierno paceño reclama al XIV Ayuntamiento paceño a modo de solicitud de juicio político ante el Poder Legislativo Estatal, para los sudcalifornianos no existió, para la conveniencia de los intereses públicos por encima de intereses particulares no ocurrió, ya que sí una reunión se dio entre regidores de la pasada administración fue un remedo de encuentro, una intentona que no paso de un encuentro entre colegas, ya que no quedó registro formal  de esa supuesta sesión, que en el pecado lleva la penitencia, porque fue una charla   privada, una situación particular.

MONROY Y AMBIENTALISTAS DE LA MANO.
¡Ánimo palomilla! dijo y sostuvo el suplente presidente municipal que entró en funcionesen la recta final de un gobierno de cuatro años y medio, tocándole seis meses a Francisco Monroy Sánchez, empresario y voluntarioso militante del PRI que terminó de la mano con los manifestantes ambientalistas que defendieron con garra el ¡no a la minería tóxica!

De corte ciudadano, inexperto en la administración pública municipal, no le quedó grande el saco. Dejó anécdotas de ingenio y proeza para la historia.

Lo mejor es lo que da honor, lo correcto y sin pensarlo Francisco Monroy Sánchez, se sumó como uno más de quienes dijimos ¡No a la minería tóxica!, al grado que dio las máximas facilidades a los aguerridos manifestantes para que no se permitiera meter ni sacar ningún documento de Cabildo.

Los manifestantes tomaron las instalaciones, la policía municipal que guarda el orden en las instalaciones del Ayuntamiento de La Paz recibieron instrucciones para resguardar la integridad de los quejosos.

El propio Francisco Monroy Sánchez atento estuvo de lo que se les ofreciera a quienes al igual que el sentido común y científico, no estaban de acuerdo en dañar flora, fauna, agua dulce y de mar, incluyendo la vida humana.

Por cierto, los ambientalistas se consternaron del trato que recibió Monroy en sus últimas horas de presidente municipal, del despojo de autoridad y del no permitir que le diera honores al PRI, cumpliendo las formas del relevo de mando en el gobierno paceño.

Francisco no faltó a la sesión solemne, no lo dejaron entrar. Entró a empujones hasta la que aún era su oficina y ahí como un caballero de la política, saludo de mano al gobernador y al aún no presidente municipal, entregó constancia de su informe que al día siguiente entregaría con notario público al pleno del XV Cabildo como lo constatan los documentos firmados por las partes saliente y entrante.

En el puntual asunto de la intentona de sesión para favorecer a la empresa minera, Francisco dijo no a todo lo que fuera el tema de los Cardones. De palabra y por escrito. Dejando sellado el mensaje: Nada que esconder, nada que temer.

Monroy Sánchez, ni participó ni la avaló, más bien le dio la espalda a los intereses foráneos que encontraron eco en grupos de habitantes sudcalifornianos movidos por intereses de grupo y de posible lucro indebido.

Es entonces que entre la inexperiencia de los locales diputados que integran la comisión instructora para atender la acusación al Congreso del Estado de Baja California Sur del XV Ayuntamiento del municipio de La Paz hacia integrantes del Cabildo saliente – XIV – y lo acotado del capítulo que atiende el tema de juicio político a servidores públicos en su ley reglamentaria, se va evaporando el interés del tema.

Resulta, que ya pasó marzo, abril y corre que va mayo y la bola de nieve que parecía quemar las manos del pleno de Poder Legislativo Sudcaliforniano, es una pompa de jabón que se derrite entre los dedos de los 21 representantes populares, no solamente de los tres miembros de la comisión instructora: Rodolfo Davis Osuna, Camilo Torres Mejía y Kilos de papel y cientos de líneas tendrán que tocar y leer los sesudos y sesudas, que ocupan una curul, para que a la hora de votar el dictamen hagan un trabajo lo mejor posible realizado.

Sin embargo, ya quedó claro ante la opinión pública que no todos los acusados del cabildo del XIV Ayuntamiento, se miden con el mismo rasero. Incluso en el tema que se acusa, no se consumó el delito.

Es como cuando hay redadas y se van todos los que infortunadamente estén en el lugar de la detención. Ya en el deslinde, todo queda en un persone usted. En un multa administrativa para que el gobierno siga funcionando.

Porque hay que partir de una premisa inobjetable, las cuentas públicas en nuestro país mexicano son siempre descuadradas de la realidad, no embonan.

Entonces, sí no hay pruebas contundentes, al mal paso darle prisa y aceptar que en nuestro país no hay culpables, solamente cómplices, unos por acción y otros por omisión.

Que es bueno se dé cauce y forma a la figura de juicio político pero sin tardanza, sino de manera pronta y expedita,  marrullería partidista, si se toma en cuenta que lo tardado causa sospecha y deja de ser justicia.

De última hora se dio a conocer de manera extraoficial por el diputado local Rodolfo Davis Osuna en declaración a la prensa, en su carácter de presidente de la comisión instructora del Congreso estatal, que Francisco Monroy Sánchez no está en la lista de los señalados: “No estuvo, no participó”, afirmó el legislador.