Por Domingo Valentín CASTRO BURGOIN

* El Archivo Histórico Municipal de Los Cabos; 36 años después

El día 08 de abril de 1980, a iniciativa del Licenciado Ángel César Mendoza Arámburo, gobernador del Estado, el Congreso del Estado aprobó la instauración de Los Cabos como el cuarto municipio de la entidad, categoría que había quedado pendiente, durante el proceso de reinstalación de la gestión municipal ocurrida en 1972 que instituyó los municipios de La Paz, Comondú y Mulegé.  Después, correspondería al gobierno de Víctor Manuel Liceaga Ruibal,  enviar la iniciativa al Congreso para aprobar la transformación de Loreto en el quinto municipio,   cronológicamente hablando, el 20 de agosto de 1992.

La historia se nutre y nos nutre.   Sus fuentes y testimonios son la base de la investigación y el preservarlas en el sitio más adecuado, garantiza que gran parte de nuestro pasado se conserve para su estudio y sistematización, y para que trascienda generaciones, que las identifique, las arraigue y les permita conocer el antes para transitar el presente hacia el futuro.

Por eso es trascendente el punto de acuerdo que el Honorable Cabildo de Los Cabos aprobó, unánimemente, en la sesión pública ordinaria de este 05 de mayo, fecha por demás histórica y coincidente con esta decisión,  mediante la propuesta que  les presentó el alcalde Arturo De la Rosa Escalante, para construir el Archivo Histórico Municipal e iniciar la gran tarea de recopilación y resguardo de todo  lo  que documentalmente ha  enorgullecido  a los cabeños, una vez que se materialicen los trabajos, su administración y su reglamento, la capacitación del personal y los materiales para dar inicio a esta titánica encomienda, porque como me dijo un amigo: «la historia no es el pasado, sino la ciencia del presente».

Casi cuatro décadas, pero ya empezó.  Nunca es tarde.  En la tierra de quien fundó la historiografía de Baja California Sur, don Pablo Leocadio Martínez Márquez, y que le dio su nombre al Archivo Histórico Estatal, está a punto de iniciarse el rescate que permita documentar la historia de Los Cabos, auspiciando  el re-conocimiento de los habitantes del municipio, y el conocimiento de un filón de los miles de  turistas que gustan y reconocen los aspectos culturales de los pueblos que visitan.  El Archivo Histórico de Los Cabos deberá convertirse en un formidable apoyo a la educación formal, la difusión cultural y el fortalecimiento de los procesos identitarios que  obligadamente, para los que defendemos la sudcalifornidad, deben generarse desde las instituciones de gobierno para cohesionar la unidad, la pertenencia y el arraigo de los que aquí nacimos y vivimos, principalmente de los niños y jóvenes,  porque hay mucho de lo que nos debemos sentir cada vez más orgullosos, pero afianzados de las razones y los argumentos que nos permitan efectivamente reconstruir nuestra nacionalidad y salir  como mejores mexicanos de la globalización impuesta, avasallante y distorsionadora.  Me detengo.

Aprobar el  Archivo Histórico de Los Cabos, que durmió  el sueño de los injustos por treinta y seis años, no es poca cosa. Son de los asuntos incoloros que quedan para la memoria colectiva, para la historia.

El Archivo Histórico de Los Cabos, tendrá que hacer su propia historia y archivarla para custodiarla. Se puede recuperar lo perdido, hasta cierto punto, con voluntad, como la que ahora desplegó  el Presidente Municipal de Los Cabos y el cuerpo edilicio.  Son de las acciones que darán resultados valiosos,  que serán  mayormente valorados cuando su crecimiento y  madurez  institucional lo visiten, como  su análogo a nivel estatal, que partió de una iniciativa, que no ocurrencia, de Don Miguel León Portilla,  y que constituye el acto originario del Archivo Histórico «Profr. Pablo L. Martínez», del cual muchos sudcalifornianos nos sentimos orgullosos.  El de Los Cabos, también nos producirá análogos efectos y frutos entrañables.

#Sus comentarios y sugerencias las recibo en  mis correo:  civitascalifornio@gmail.com;  y valentincastro58@hotmail.com