Cívitas – Californio XIV


* Ley para que en lo sucesivo se utilice el nombre completo de Baja California Sur

Por Domingo Valentín CASTRO BURGOIN

x fede peninsula baja california vista sateliteEn anterior entrega comentamos la triste realidad de que el avasallamiento del gran capital en tierras sudcalifornianas, como anteriormente ha ocurrido en las épocas decimonónicas de la conquista del país y del denominado Tercer Mundo, no es solamente un asunto de despojo material, sino de atropello y menoscabo de la identidad de los pueblos.

Los partidarios de estos procesos de conquista y de despojo, no vienen de fuera solamente portando el dinero, la tecnología, las armas o la violencia,  sus espejitos o sus cuentas de vidrio, cualesquiera que sean sus manifestaciones, sino que también encuentran aliados «de adentro», quienes se vuelven cómplices y hasta serviles instrumentos a su lado.

En Baja California Sur, con las peculiaridades del caso, siempre ha habido paisanos de ambos bandos.  Pero sin hacer muchos aspavientos, en contra de quienes les importan más los pesos y los dólares está latente un movimiento  social a  favor de la identidad cultural, del rescate y preservación de las tradiciones, y hasta cierto punto, no tan intenso, un movimiento  que busca sostener la sudcalifornidad, entendiendo por esto todo lo que culturalmente nos identifica como sudcalifornianos, amantes de nuestra península, defensores de la naturaleza  y la ecología, impulsores del disfrute constitucional de las playas, la zona federal marítimo terrestre que pertenece a la nación, por el derecho al disfrute del paisaje, de nuestros montes y montañas, del mar y del desierto, de las islas, cayos y arrecifes, en fin, de todo lo que Dios -y la madre naturaleza- dispuso para los que aquí nacimos y los que aquí han decidido vivir.

d a escudo baja california surSi alguien puede pensar que todo esto es un movimiento actual, que se puso de moda con las más recientes instituciones de investigación que se ubican en la entidad, y que desde luego gozan de prestigio académico, no están en lo correcto, pues ahí  están documentos  añejos de  Manuel Márquez de León, escritos a fines del siglo diecinueve, de Pablo L. Martínez, a principios de siglo veinte, de Jesús Castro Agúndez, a mediados del siglo veinte, de Braulio Maldonado Sández, por igual época, de Félix Alberto Ortega Aguilar, de Román Pozo Méndez, Anselmo Romero Lucero, Alfredo González, Alejandro D. Martínez, Mercedes Acuña Peralta, y todo el grupo de  regionalistas del Eco de California fundado en 1912 por don Ignacio Bañuelos Cabezud, y que pervivió hasta los años ochenta del siglo pasado, y que dan cuenta de  sus persistentes opiniones y exigencias,  para mantener el ideal de la sudcalifornidad o sudcaliforniedad, como mejor se le  conceptualice, y ahí están las constancias para un mejor estudio.

A raíz de que esta media península se transformó en Estado en 1974, los sexenios de Ángel César Mendoza Arámburo, Alberto Alvarado Arámburo  y Víctor Manuel Liceaga Ruibal, con sus diferencias se mantuvieron apegados  al movimiento regionalista del Frente de Unificación Sudcaliforniano (1945) y Loreto 70 (1970), que se reconocen como inspiradores de este movimiento del nativismo y se asumen como lo más granado del regionalismo sudcaliforniano, no exento de romanticismo, de idealismo, pero que identificó en gran medida los años dorados de la estabilidad política, de la tradición  y de la hospitalidad que w - 1 manifestacion del fus en el maleconcaracterizó al novel estado, cuando la inseguridad y la delincuencia golpeaba fuerte a otras entidades, y ahora lo hace inmisericordemente,  a casi todo el país, sin exceptuar a nuestra tierra, que ya figura  como una de las cinco entidades más inseguras del país, situación por demás lamentable.

Fue en el sexenio de Alberto Andrés Alvarado Arámburo cuando se aprobó esta Ley para que en lo sucesivo se utilice el nombre completo de Baja California Sur y se suprima el calificativo de «Baja», y se publicó el 31 de diciembre de 1982, mediante el decreto número 374 en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado,  figurando a la fecha en el portal de leyes vigentes del Congreso del Estado.  Así de largo es el nombre oficial de esta ley que consta de solo dos cuartillas, pero que igual, desde su aprobación, es letra muerta, porque las autoridades que debieran aplicarla no lo hacen, y son miles los negocios que hacen alusión  a la palabra BAJA, en una clara alusión al nombre de la entidad.   Fue sin duda, una de las últimas veces en que la voz del regionalismo sudcaliforniano fue escuchada en el sentido de que las quejas del despojo de la identidad cultural de la California mexicana, se tradujeron en una ley, como una manera de frenar esta asonada que ha pretendido borrar este nombre mítico de la conciencia histórica de Baja California Sur.  Lo grave del asunto es que propios servidores públicos de todos los niveles, desde luego no todos, quizás sin ser conscientes del fondo del asunto, a manera de economizar su lenguaje, se refieren a Baja California Sur con el término «BAJA», como si ello los pusiera en la moda anglosajona que prevalece en los Estados Unidos para referirse a Baja California Sur,  desconociendo todo el proceso histórico cultural que  desde hace varios siglos se originó aquí al denominarse esta tierra «Antigua o  Baja California» a diferencia de la Alta

Foto histórica del Congreso Constituyente.
Foto histórica del Congreso Constituyente.

California, para referirse al territorio de California (Estados Unidos)  que fue «arrebatada» a raíz de la guerra de intervención norteamericana de 1848. Somos, por supuesto, la California original, el nombre mítico que se oficializó para designar a esta tierra y se afirma que fue en Cabo de San Lucas en que los soldados de Hernán Cortés utilizaron  por primera vez la denominación Cabo California, para este lugar; mayor razón para preservarlo.

Esta ley fue aprobada, textualmente lo cito para «que en lo sucesivo se utilice el nombre completo de «Baja California Sur» al ejercitarse el derecho de petición ante cualquier autoridad que resida en la comprensión político-geográfica en esta entidad y al mismo tiempo se suprima el calificativo «Baja».  Refiere también que es «improcedente y no se dará curso alguno a cualquier escrito y promoción que se dirija a las autoridades residentes en el Estado, cuando únicamente en el texto fundamental del mismo, o de su cuerpo y contenido se utilice el calificativo «BAJA» refiriéndose al Estado de Baja California Sur, y solo merecerá acuerdo cuando el interesado se ajuste al texto de esta Ley». Asimismo, que  «los giros comerciales, industriales, turísticos, sociales, los que realicen actividades culturales y en general los de cualquiera otra índole que ya están  operando en el Estado de Baja California Sur y los que en lo sucesivo se establezcan, deberán suprimir de su correspondencia publicitaria, periodística, radiofónica y televisiva, el calificativo «BAJA» como identificación del Estado de Baja California Sur».  Establece las siguientes sanciones a los infractores: amonestación, apercibimiento o multa hasta de  veinticinco mil pesos, cancelación de la autorización que hayan otorgado las autoridades del Estado, para el funcionamiento del comercio, industria o asociación que siga en franca desobediencia a este mandato y persista en la utilización del calificativo «BAJA» para designar a nuestra entidad.   Finalmente en el artículo sexto de dicha ley mandata a la  Secretaría General de Gobierno vigilar el cumplimiento de esta Ley. y señala que en esa función serán sus auxiliares todas las autoridades del Estado y Municipio, inclusive.  Una ley que tiene treinta y cuatro años, sin ser aplicada, mientras el despojo cultural sigue, tristemente, su curso.

# Sus comentarios y sugerencias las recibo en  mis correo:  civitascalifornio@gmail.com;  y valentincastro58@hotmail.com


Descubre más desde Colectivo Pericú

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

7 comentarios en “Cívitas – Californio XIV

  1. La defensa del ignorante es siempre el ataque. El ignorante no conoce la autocrítica. Imposible reconocerse en el espejo de la ignorancia. Embrutecido por décadas de mal futbol y mala música, el ignorante es incapaz de diferenciar entre la creación artística y las puntadas de borracho. La inocencia silvestre no distingue entre Kim Kardashian y Maria Curie. Entre Ciencia y talabartería .De 25,000 investigadores inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores apenas 252 radican (porque que pocos son oriundos) en el Estado. Un gran porcentaje de estos provienen de otras regiones del país, seguramente están arrepentidos por tener que convivir con esta inmensa masa de palurdos regionalistas, incapaces de asimilar la sangre nueva. Tendrán estas familias que esperar tal vez una generación que se mezcle y se disfrace de «choyero», como antes lo hicieron los emigrantes sonorenses y sinaloenses que poblaron la peninsula, verdaderos padres de la cultura regional peninsular.
    La inocencia no ha creado nada pero ah, la culpa es de los otros, no de esta sociedad endógama, víctima de si misma. Los pocos logros se presumen hasta el cansancio. La bella media peninsula no necesita de invasores. El pequeño núcleo de rancheritos es suficiente para reproducirse, no importa que la perpetua reproducción de apellidos genere taras mentales. No importa que sus gobernantes oscilen entre los rapaces Olacheas y Cotitas. La inesperada riqueza de esa subregion ahora bautizada como «Los Cabos» le ha dado oxigeno a los corruptos depredadores.
    El ignorante, por supuesto , no sabe la diferencia entre ser ignorante y ser pendejo, sin agraviar a los presentes.

  2. Avatar de Pepito Pepito

    mucho rollo y nadie hace caso de esa ley, que oficializa el nombre primigenio de BAJA CALIFORNIA SUR.

    y digo mucho choro, porque si en verdad el escritor, que ya no es un chamaco, le interesara en verdad que no nos cambien nuestras raíces, gentilicios y patronímicos; también debiera exigir que nos regresen los nombres primigenios u originales de muchos de nuestros antiquísimos pueblos.

    por ejemplo El Crucero que la polaca populachera del PRI le cambió de nombre por Ciudad Constitución; lo mismo hicieron los populacheros con La Toba, por Ciudad(sic) Insurgentes, etc. sin que tu te erigieras en paladín en contra de esos cambios a nuestra idiosincrasia ciento por ciento choyera.

    1. Avatar de Calisureño Calisureño

      En eso tienes razón, aunque bien deberían de aplicar dicha ley. Sería interesante saber si pegaría la «California 1000» en lugar de la «Baja 1000», que según los pendejos se oye «más chingón».

    2. El ignorante se regodea en su estupidez como un marrano en chiquero. Ha reinventado la cultura.
      El ignorante se autoproclama «choyero» y se enorgullece de ello. Nada mas satisfactorio que encontrar otros ignorantes aplaudiéndole las fotos del rancho y hasta de las tortillas de harina en Facebook. El ignorante no conoce el nombre de un misionero o de un maestro ilustre. Para el ignorante saber la historia del Conono o de la Cachana es mas que suficiente. Si pudiera les erigiría un monumento.
      El ignorante inventa «Leyendas de Terror» sin mas base que su pobre imaginación. Tiene su séquito de seguidores que le aplaudiran boquiabiertos su insulso relato, lo que lo motivará a seguir inventando y plagiando. Acusará de «brujas» a cualquier personaje de foto antigua que no cumpla con sus estandares de belleza.
      Para el ignorante todo lo malo viene de fuera del estado. Su odio contra lo externo es el odio contra si mismo. El ignorante aplaude como loco cuando escucha sus himnos. «Las aridas regiones de la Baja California..» Tararea un canto de estudiantes borrachos . » «El rock del yico».. el delirio de un drogadicto para un despreciable pederasta…
      El ignorante exige que la minería toxica no invada su virgen tierra, que no es virgen ni es de el. Es presa de los vividores ecologistas que le disfrazan su origen minero, su verdadero nacimiento en El Triunfo y en Santa Rosalía.
      El ignorante dice «La Baja» con la complacencia de sentirse gringo, ojiazulado, un hijo de Trump, negando a su verdadera madre, la chingada.
      El ignorante escribe estupideces en foros y comentarios regionales. Busca meteoritos y ovnis. Calumnia anónimamente. Inventa diccionarios regionales. Presume de su pobreza mental y material. Nada hace mas feliz al ignorante que los aplausos de otros ignorantes. El atraso es su bandera, el aislamiento peninsular su escudo. No produjimos poetas famosos ni científicos, pero tenemos a Panchito Loco, al alcance del ignorante y de su familia. Produjimos a Los Huizapoles y queremos que la felicidad sea una «charra» permanente, un ranchero que no existe, carencias del desierto borradas. El ignorante no es un hombre de pesca o de rancho. Es un borrachín de six packs y de caguamas.
      El ignorante no es un maestro, es un vividor del sindicato.
      El ignorante, este pequeño ciudadano habitante de un mundo miserable y mezquino, atrapado en sus contradicciones.

      1. Avatar de Calisureño Calisureño

        En parte tienes razón y en parte dijiste muchas mamadas. Tan importante es conocer sobre personajes destacados como Domingo Carballo Félix o el finado artista Carlos Olachea, como el conocer a personajes populares como al Conono o a la Cachana, y tan importante es conocer Calafia de Fernándo Jordán ( que era chilango) como el apreciar los regionalismos. ¿Que no hay destacados sudcalifornianos en campos importantes como la Ciencia o la «cultura»? Que no los conozcas es otra cosa, además en pleno siglo XXI no encontrarás a grandes científicos convertidos en celebridades o personajes nacionales como en tiempos de Pasteur o Fleming que trabajaban en laboratorios personales y prácticamente sin apoyos externos, hoy todo es investigación de equipos para grandes empresas y Universidades.

        Si tu intención era hacernos ver como pendejos, escupiste «pa arriba».

Deja un comentario