Por Raymundo León Verde

Desarrollo desequilibrado en BCS

+ Elaboran primer modelo estratégico para BCS
+ Busca corregir fallas estructurales

Con dos economistas al frente de la Secretaría de Desarrollo Económico, Rodrigo Guerrero como titular, y Ricardo Gerardo Higuera como subsecretario, el gobierno de Carlos Mendoza generará el primer modelo estratégico de desarrollo económico para Baja California Sur, el cual tiene como finalidad corregir las fallas estructurales de la economía del estado.

Según el ex rector de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, Rodrigo Guerrero, el estado tiene asimetrías muy marcadas en sus sectores productivos, con un sector de servicios, sobre todo el turístico, que representa el 75 por ciento del Producto Interno Bruto del estado; un sector secundario que representa el 22.5 por ciento; y un sector primario que apenas representa el 2.5 por ciento.

De igual forma hay una gran desproporción en el desarrollo económico entre las distintas regiones del estado, con un sur pujante, donde Los Cabos y La Paz concentran el 80 por ciento de la actividad económica, pero un norte estancado desde hace décadas como es el caso de Comondú, Loreto y Mulegé que se reparten el otro 20 por ciento.

Señala que desde 1975 al 2015 se elaboraron siete planes estatales de desarrollo, los cuales se instrumentaron sin tomar en cuenta las deformidades estructurales del estado como las citadas.

De ahí la importancia de generar un modelo estratégico de desarrollo que “levante el piso para ver la cimentación” de la estructura económica, se vean las fallas, y con base en ello se elabore el nuevo plan estatal de desarrollo.

Ahora bien, para que no todo quede en planes también se trabaja en un soporte jurídico que estaría conformado por una Ley Estatal Desarrollo Económico que seduciría la inversión con incentivos fiscales, créditos y subsidios, entre otras cosas, así como una Ley de Mejora Regulatoria para que los empresarios tengan certidumbre y agilidad en sus trámites.

En especial se busca que estas leyes reorienten las inversiones hacia aquellas regiones que más lo necesitan como los municipios del norte del estado, sin coartar la posibilidad de que el empresario siga pensando en La Paz y Los Cabos, aun y cuando los incentivos tal vez sean menores.

Tanto el modelo como el plan estatal de desarrollo y las políticas públicas que los enlazan estarán presentándose antes del 14 de marzo, que es el plazo fatal marcado por la Ley Estatal de Planeación.

Esta visión en la planeación del nuevo gobierno que encabeza Carlos Mendoza me parece acertada, a reserva de ver los detalles que se habrán de presentar tal vez a mediados de febrero, debido a que efectivamente las asimetrías de los sectores productivos son extremas, y se requiere con urgencia que tanto el sector primario, es decir, la ganadería, la pesca y la agricultura, como el secundario, de la industria y las manufacturas, repunten y se conviertan en proveedores del sector terciario de Baja California Sur, que aunque poderoso también tiene sus fragilidades como ya se ha palpado en el caso de desastres naturales como el huracán Odile o incluso sanitarios como la famosa influenza AHN1 que provocó una caída importante en la afluencia de turistas hace algunos años.

Es importante pues que paulatinamente Baja California Sur deje de ser dependiente en gran medida de la entrada de mercancías del interior y del extranjero, se fortalezca el mercado interno, y se generen más empleos en los sectores primario y secundario, sin descuidar la protección del medio ambiente.

El sector terciario sigue viento en popa, ahora mismo con la controvertida aprobación del nuevo trazo carretero de Los Cabos, que supone la posibilidad de nuevas inversiones hoteleras y con ello la demanda de productos que hoy en día se tienen que traer del exterior porque aquí no se generan.

Más aún, la reorientación de las inversiones hacia los municipios de Comondú, Loreto y Mulegé, también es fundamental para que haya desarrollo en esas regiones que son ricas en bellezas y recursos naturales, pero que han permanecido estancadas ante el dinamismo de La Paz y Los Cabos, y la falta de incentivos para que los empresarios de todo tipo miren hacia aquellos rumbos.

Baja California Sur actualmente es el estado que menos aporta al Producto Interno Bruto Nacional y el que más depende de los recursos federales, a tal grado de sólo el 3 por ciento de sus ingresos son propios.

En ese contexto es fundamental que la economía en todos sus sectores productivos y en todas sus regiones se fortalezca y generen derrama económica para la población y contribuciones para los gobiernos, tanto el estatal como de los municipios.

La dependencia económica de Baja California Sur es grave si se considera que este año por ejemplo habrá recortes presupuestales en el gasto público de la federación, y por supuesto, que eso afectará a esta entidad, de ahí la necesidad de que ya se tomen medidas para que los ingresos propios aumenten en proporción del crecimiento de la economía local.

Es tiempo de que se atienda la enfermedad de fondo y no sólo los síntomas, de que se corrijan las fallas estructurales y el desarrollo alcance a todos los habitantes de Baja California Sur.

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