Por Víctor Octavio García

Escándalo legislativo

Dietas y otras percepciones

Una misteriosa nota publicada en distintos medios locales de comunicación, producto de un vergonzoso requerimiento de pago, que fue filtrada hace un par de días, más que exhibir a dos diputados sin oficio ni beneficio, particularmente a Santos Rivas García, acremente cuestionado como síndico en el municipio de Loreto durante la gestión de Yuan Yee, y a Arturo Torres Ledezma, también señalado por su triste trabajo de “madrina” en la PGR, son casos abominables que desnuda las miserias en las que se debate el trabajo legislativo de la entidad, que ha venido de mal en peor.

El requerimiento de pago que se les hace a estos distinguidos personajes revestidos de fuero constitucional –que debería de desaparecer de nuestras leyes porque es un vestigio dantesco de impunidad–, la nada despreciable cantidad entre ambos de dos millones y medio de pesos que se aduce son préstamos personales y adelantos de sueldo, ante el tamaño de la corrupción que se vive en los altos niveles de gobierno y de la política en la entidad, simplemente representa “un pelo de gato” por la inmoralidad y el mercadeo de las decisiones que se toman en el seno del poder legislativo estatal, que enlodan a todos los legisladores por igual, sin distingos de partido exhibiéndolos como mercaderes de los membretes en los partidos como si fueran  membresías políticas, porque si algún resquicio les quedara de principios ideológicos y de su programa de acción partidista, es cosa sería.

Bien pudiera pensarse que la “filtración” que reveló un injustificado financiamiento a legisladores por parte del poder legislativo que consume anualmente o se van a “fondos perdidos”, casi doscientos millones de pesos, casi en la totalidad aplicados a sueldos y salarios, conocidos como dietas de los legisladores, dotación de combustible, gastos de representación y boletos de avión y un fondo para ayuda social de los que disponen en absoluta discreción, amén de corruptelas y los tarascones como la publicitadas en tiempos de Arturo de la Rosa, y que se distribuyeron y asignaron en sesiones secretas, que también ya no tienen razón de existir porque niegan la transparencia con la que se deben de conducir las entidades públicas que utilizan recursos provenientes de los impuestos que pagamos y de la deuda pública que cada vez es mayor sin que haya quien se preocupe por detenerla, pues la mayoría se destina al gasto político (captaciones).

Aunque el tema da para varias entregas más por  la forma abusiva y absurda en que se reparten los dineros del pueblo en el Congreso del Estado, donde los diputados llevan mano, y que tapados con la misma cobija miada, a nadie le rinden cuentas, auto-aprobándose y auto-revisándose el presupuesto y su cuenta pública (juez y parte), lo que no deja de ser una reverenda vacilada que ofende a miles de sudcalifornianos que apenas si acompletan para comer con un minisalario que no llega a ochenta pesos diarios, mientras los que debieran de conducirse con  austeridad, sobriedad y honestidad, hacen de estos conceptos letra muerta, incluso a la propia vigencia de la ley.

La situación que prevalece al interior del poder legislativo, de verdadero abuso, tiene molestos a los verdaderos trabajadores que a lo largo de casi los años, solo han recibido migajas de aumentos, mientras que los diputados se han aumentado infinidad de veces el sueldo; y nada más, con datos duros filtrados por empleados inconformes, los legisladores como los morosos Arturo Torres Ledesma y Santos Rivas García, reciben un sueldo líquido mensual de 72 mil pesos libres de descuentos; a ello súmele 16 mil pesos en combustible; 35 mil pesos para gastos asistenciales que no comprueban y que muy seguramente se lo embolsan con absoluta impunidad; 2,500 pesos en efectivo para boletos de avión, los utilicen o no, más 1,500 pesos diarios de viáticos cuando salen a comisiones y reuniones fuera de la ciudad. Y si no viatican se embolsan mensualmente la ofensiva suma de 135 mil pesos “pelones”. Ello sin sumarle la compra de votos por la levantada de dedo –que se tazan a como es el sapo es la pedrada– por asuntos específicos como las cuentas públicas, transferencias del presupuesto, créditos millonarios, donaciones y permutas de terrenos entre otros, sin considerar lo que “reciben” por presidir una comisión permanente (6 pesos) y 3 mil pesos por hacer bulto como secretarios.

Esto que detallamos ocurre durante periodos normales de “trabajo legislativo” y es lo que formalmente se puede documentar; lo peor se da en los “acuerdos en lo oscurito”, en los lances y agandalles al margen de la ley como la inexplicable entronización de Juan Domingo Carballo co Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política. Por eso sobran quienes se quieran sacrificar buscando la nominación como candidatos a diputados en la próxima legislatura. Mientras que la creación de leyes y la adecuación de las existentes normas jurídicas, siguen en el limbo, la incongruencia y la falta de sentido, porque para acceder a la nominación no se requiere sino oportunismo político, sumisión, amiguismo, compadrazgo y complicidad. Por eso los escándalos como los más recientes, son cosa de todos los días en la actual legislatura, que como un inmerecido premio, recibieron por suerte y circunstancia, un año y medio más para medrar del erario público. ¿Chúpense esa?

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com

SOBRE EL CABRESTO
Esthela Ponce, Isaías González y Ricardo Barroso, fueron objeto la semana pasada de reconocimientos, promociones y reposicionamientos políticos, cada uno y por separado: Esthela Ponce Beltrán, recibió por tercer año consecutivo, premio al “Buen Gobierno”, que otorga la Federación de Alcaldes del país. Isaías González Cuevas, encabezó el viernes por la tarde un nutrido y cálido evento en el teatro del IMSS, en el que se dieron a conocer las conclusiones del “Censo de demandas ciudadanas” levantado en el estado en abril de este año y, finalmente la promoción a favor de Ricardo Barroso por parte del CEN del PRI, al integrarlo, junto con varios gobernadores, a la comisión nacional de financiamiento del partido; promoción que en la interpretación más pragmática de los priístas significa otra clara señal de que el carismático senador está en el ánimo de los que toman las decisiones y no al rever, como se dijo en aras de confundir, de que era un “descarte” o premio de “consolación”…..Salud.