Por Federico Riestra Castro
- Ajuste de cuentas del narcomenudeo y “la teoría de las ventanas rotas”
El contagio de las conductas ilegales y los rumores que matan
La información en su justa dimensión, no alarmar ni ‘apanicar’
Con motivo de los hechos de sangre recientes, que parecen estar relacionados con la competencia del negocio ilícito del narcomenudeo en BCS, en una especie de ‘ajuste de cuentas’, que hizo que el gobernador del estado, Marcos Covarrubias y la alcaldesa de La Paz, Esthela Ponce, ante autoridades de los tres niveles y jefes policiacos, así como los medios de comunicación, hayan pedido que no se pierda la perspectiva y se sobre dimensione el problema, alarmando más de la cuenta a la población, sobre la tranquilidad de que generalmente hemos gozado, en contraste con otras entidades del país donde el crimen organizado si se ha instalado, alterando y retando al estado de derecho, afectando al turismo y las actividades productivas de la población, ni tampoco que el asunto tan delicado sea ‘bandera de campaña’ para nadie, me vino a la memoria la llamada ‘teoría de las ventanas rotas’.
Esa teoría aborda el contagio de las conductas inmorales e ilegales, y considero oportuno compartir en este espacio, por el riesgo que corremos en estos momentos de descuidarnos por miedo y confusión (máxime que las redes sociales se esparcen todo tipo de rumores sin sustento), y que tiene su origen en un experimento que llevó a cabo un psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, en 1969, que hizo lo siguiente:
Abandonó un coche en las descuidadas calles del Bronx de Nueva York, sin placas de circulación y las puertas abiertas para ver que ocurría, y esto fue lo que narra que sucedió: “a los 10 minutos, empezaron a robar sus componentes. A los tres días no quedaba nada de valor. Luego empezaron a destrozarlo”.
El experimento tenía una segunda parte: abandonó otro coche, en parecidas condiciones, en un barrio rico de Palo Alto, California. Y sobre esa parte escribió “no pasó nada. Durante una semana, el coche siguió intacto”. Entonces, Zimbardo dio un paso más, y dañó algunas partes de la carrocería con un martillo.
Eso, dice, “debió de ser la señal que los honrados ciudadanos de Palo Alto esperaban, porque al cabo de pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx”.
Este experimento es el que dio lugar a ‘la teoría de las ventanas rotas’, elaborada posteriormente por James Wilson y George Kelling, y que sostiene que “si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué? Porque es divertido romper cristales, desde luego. Pero, sobre todo, porque la ventana rota envía un mensaje: aquí no hay nadie que cuide de esto”.
LA IMPORTANCIA DEL ORDEN PÚBLICO Y LA PREVENCIÓN DEL DELITO
Nuestros ayuntamientos deberían conocer bien esta teoría, sin duda, para que cuando aparezca un grafito en una pared, si no se borra pronto, toda la pared -y las de las casas próximas- aparece llena de pintadas. De ahí la importancia de mantener siempre la ciudad limpia, las calles en orden, los jardines en buen estado.
Esto la policía lo sabe, y por eso considera importante atajar no sólo los grandes crímenes, sino también las pequeñas transgresiones señaladas por el Bando de Policía y Buen Gobierno que conducen muy pronto a violaciones del código penal.
De ahí la importancia del programa de seguridad de la federación y del estado, y del municipio respectivo, como el de la alcaldesa Esthela Ponce, que, como se sabe, comprende 15 acciones, sobre todo las dedicadas a la prevención del delito que al mismo tiempo se acompaña con el programa de Vecino Vigilante que se viene desarrollando instalando comités en las colonias y zonas más conflictivas para desarrollar actividades diversas en la juventud y además unirse para combatir la delincuencia y la violencia.
LAS CONDUCTAS INCIVILIZADAS SE CONTAGIAN, EL MAL EJEMPLO CUNDE
Porque el mensaje de “las ventanas rotas” es claro: “una vez que se empiezan a desobedecer las normas que mantienen el orden en una comunidad, tanto el orden como la comunidad empiezan a deteriorarse, a menudo a una velocidad sorprendente. Las conductas incivilizadas se contagian”.
HASTA LA GENTE PREPARADA SE REPLIEGA, ¡CUIDADO!
Hasta las personas más preparadas se retraen. Wilson y Kelling lo explican así: «Muchos ciudadanos pensarán que el crimen, sobre todo el crimen violento, se multiplica, y consiguientemente modificarán su conducta. Usarán las calles con menos frecuencia y, cuando lo hagan, se mantendrán alejados de los otros, moviéndose rápidamente, sin mirarles ni hablarles. No querrán implicarse con ellos. Para algunos, esa atomización creciente no será relevante, pero lo será para otros, que obtienen satisfacciones de esa relación con los demás. Para ellos, el barrio dejará de existir, excepto en lo que se refiere a algunos amigos fiables con los que estarán dispuestos a reunirse».
Lo anterior vale no sólo para el orden público, sino para otras muchas formas de la vida en sociedad, en la oficina, en el cine, en la escuela, y desde luego en nuestra casa, si no se da buen ejemplo.
La solución entonces corresponde no solo a las autoridades, sino en general a los ciudadanos mismos, recuperando las conductas cívicas y morales en la familia, en la oficina, y en todas partes, incluyendo a los mismos medios de comunicación por su propia seguridad y credibilidad.
LA FRASE DE HOY
“El valor, la buena conducta y la perseverancia conquistan todas las cosas y obstáculos que quieran destruirlas y se interpongan en su camino”: Ralph W. Emerson, Pensador norteamericano
Sus comentarios a friestracastro@yahoo.com.mx y en twitter @riestracastro
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