• Homenaje al ex gobernador de BCS

Por: Armando León Lezama

Gobernador en el período 1981 – 1987,  del Estado de Baja California Sur, Alberto Andrés Alvarado Arámburo, a 18 años de su fallecimiento, une a militancia del PRI y hace partícipe al gobierno estatal actual de filiación panista, resaltando en la historia, la parte de su mandato constitucional, la mañana del 14 de febrero de 2014 en el panteón municipal de Los San Juanes de la ciudad de La Paz.

En coordinación institucional, gobierno municipal, estatal y PRI realizaron un acto póstumo en la memoria del mandatario ante su tumba. Ahí se dieron cita personalidades del PRI de la talla de José Carlos Cota Osuna, Ricardo Barroso Agramont, el general José Antonio Valdivia, Guillermo Mercado Romero, Edmundo Salgado Cota, Juan Alberto Valdivia Alvarado, familiares del exmandatario, así como amigos y militancia que desde hace 17 años acuden a rememorar su paso histórico por la vida y en particular por su desempeño político y de ejecutivo estatal ante un Estado que recién había logrado su autonomía y soberanía en el marco del pacto federal de la República Mexicana.

Ante un centenar de asistentes sinceros, leales al PRI, donde también estuvo el Lic, Valentín Moreno Soria, representante del Tribunal Superior de Justicia; Omar Antonio Zavala Agúndez, diputado presidente del Poder Legislativo local; Dr. Rodrigo Serrano Castro, subsecretario de la consejería jurídica, representante del gobierno estatal, quien calificó el acontecimiento como “de la mayor relevancia para toda la sociedad de Sudcalifornia”.

Ponderó el funcionario estatal, “se condujo con lealtad a su pueblo”. Promovió el plan hidráulico estatal; Entregó la unidad cultural y dinamizó la administración pública. Puntualizó el abogado representante del gobernador actual, “no temía a la inteligencia porque él era una persona inteligente”.

Y sentenció el enviado del gobernador panista, “el buen gobernante, el buen político no gobierna para el corto plazo, no gobierna para poco tiempo, gobierna para una magnitud mayor, gobierna sabedor de lo que sus actos y obras reflejarán en el porvenir”.

De Jorge Adrián Alvarado, nieto del Don Alberto Andrés, se escuchó un discurso muy a tono con la voz y firmeza del finado y “trascendente servidor público” quien abrió su participación diciendo, “en nombre de la familia…de quienes están aquí presentes para recordar a quien en vida fue un gran hombre,  excelente amigo, político de vocación, verdadero servidor público y  extraordinario sudcaliforniano, quiero agradecer su presencia”.

Ya en su oratoria el descendiente de Alvarado Arámburo externó muy convincente, “Para Alberto la política era el arte de tener la sensibilidad de convertir los problemas ajenos en problemas propios…era la convicción de servir, y no de servirse”. Y añadió, “para Alberto la política es el saber y el poder interpretar el sentir del pueblo a través del ejercicio del servicio público”.

Continuó en su lectura el joven Adrián, “…lo más importante – para su abuelo – que debía de tomar en cuenta un político, era dejar buen ejemplo, para que hijos, familia, amigos y toda la gente estén orgullosos de las actividades de ese político, porque como él decía, “no se puede gobernar de espaldas al pueblo”.

Precisó, “Los sudcalifornianos somos herederos de una historia que no podemos traicionar. Si en el pasado, luchamos contra  intervencionismos imperialistas, hoy estamos dispuestos a continuar luchando, contra nuevos obstáculos que pongan en riesgo los valores de la independencia, la democracia, la libertad… México y sudcalifornia, ¡no están de rodillas!”, indicó.

De Maritza Carlón Velázquez, alumna de la secundaria técnica número trece que lleva por nombre Alberto Andrés Alvarado Arámburo – 1925 – 1996 – se rememoró sus orígenes desde la década de los años veinte cuando participó en competencias deportivas de las cuales destacaba. La reseña biográfica mencionó que “una parte de su vida debió ausentarse de su tierra para prepararse académica y políticamente”. Se agrega “nunca olvidó sus raíces y esta experiencia le abonó al gran amor por su patria chica y acrecentó el deseo de consagrar sus esfuerzos para construir una sudcalifornia poderosa, moderna y visionaria”.

Dijo la estudiante en su lectura, “…el agua fue para él un tema fundamental; La educación, otro tema central que ocupó su atención… y una obra por la que será recordado es la unidad cultural Jesús Castro Agúndez que aglutina espacios que vienen a nutrir esa necesaria esfera del espíritu humano que es la cultura”.

Ya en su mensaje de despedida, la adolecente expresó, “Sólo nos resta esperar que las actuales y futuras generaciones de políticos y servidores públicos, puedan llevar la semilla esperanzadora de un Pueblo que clama equidad, democracia auténtica, transparencia, seguridad y paz social; pero sobre todo que sigue esperando de sus gobernantes el trato franco, sencillo y generoso que se traduzca en la solución eficiente de los problemas que aquejan a nuestras comunidades”.

Finalmente invocó, “Las nuevas generaciones tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestro destino”. Aceptó que una manera es recordar a personas como Don Alberto y actuar conforme su modelo de persona y sociedad. Indicó la estudiante, “nuestro punto de partida, Los valores; Nuestro puerto de llegada, una sociedad equilibrada y sana”.