• En lo que va del año son 700 quelonios
• Conflicto con los llamados «ambientalistas»
• Diferencias de criterio con pescadores locales

En lo que va del año se han registrado alrededor de 700 tortugas varadas y muertas en el Golfo de Ulloa. El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) asegura que esta cantidad es solo las que llegan a la playa, suponen que van más de 2 mil tortugas muertas.

Según los pescadores de Comondú, a pesar de que los esfuerzos pesqueros han sido disminuidos,  y la vigilancia y control de los litorales de la zona ha aumentado, los varamientos de tortugas se siguen presentando. Los pescadores disminuyeron el uso de redes en zonas de abundancia del reptil.

“Este año ya se declaró la muerte, por medio de un funcionario del Gobierno del Estado, de 700 tortugas, solamente en lo que va del año. Estos números son alarmantes, realmente, porque estas 700 representan únicamente las que se encuentran en la playa, eso hay que multiplicarlo por cuatro más para tener una referencia de todas las que han muerto”, dijo Alejandro Olivera, del CEMDA.

Para el administrador de la cooperativa “Puerto San Carlos”, ubicada en Comondú, las acusaciones de los ambientalistas son infundadas y obedecen a interés particulares de los propios grupos ambientalistas.

“Yo pienso que se está involucrando a personas para meterle más presión a este país y meterle más presión al sector en Baja California Sur para que nuestro presidente tome decisiones equivocadas o prematuras y no se piense y no se deje hacer el estudio pertinente que se está haciendo; entonces, ellos presionan para que salga bajo la información que ellos tienen, en lo que ellos creen o en lo que ellos negociaron y vivieron a costillas de esos proyectos”, dijo Luis Camacho Manríquez, presidente de administración de la cooperativa Puerto San Carlos y de vigilancia de la Federación del Estado.

Un voluntario para el monitoreo de tortugas, miembro del grupo tortuguero y pescador de la comunidad, explicó que las tortugas que varan muertas no  tienen indicios de haber fallecido en redes de pesca.

“A mí me ha tocado ver muchas varadas y no vienen marcadas con las redes, y casi, casi, por lo regular, todas quedan marcadas por las mallas, en las aletas, la cabeza, en todo el cuerpo, que es la punta más débil de la tortuga, las aletas; de ahí se marca la malla, y esas que me ha tocado ver a mí, ni una trae. Y he visto muchas varadas, también, pero no sé en qué manera quieren perjudicar al pescador, porque sí lo están perjudicando”, comentó José Hernández Domínguez, voluntario de monitoreo de grupo tortuguero y pescador en Puerto López Mateos.

Los señalados, en este caso los pescadores, afirman que la pesca ha sido escasa y las temporadas de veda se han extendido, lo cual se traduce en problema económico. También la mortandad de tortugas los ha afectado, porque pararon la producción durante un largo periodo.

“Hasta la fecha, los pescadores de López Mateos, con la finalidad de aclarar esa situación y ver que no somos los culpables, han tendido redes muy escasas, como para la sierra, como para el cazón, redes de malla muy chica, donde no puede enredarse ninguna tortuga y, al final de cuentas, cuando tienen redes para los lenguaderos, en zonas donde no hay tortugas; pero aun así, dentro de los monitoreos se siguen varando”, expresó Ofelio Alvarado, presidente de la Federación en Cooperativa en Puerto López Mateos.

En las costas se ha levantado la veda de camarón, lo que generará una gran derrama para el sector pesquero en próximos meses. Sin embargo, los ambientalistas han advertido que seguirán con los señalamientos que culpan a las redes de pesca de la mortandad de tortugas en el Pacífico mexicano.

Colectivo Pericú cita información exclusiva de SEMANARIO ZETA.