La seguridad y el transporte, amargos regalos navideños

• Díganme ¿Quién podrá detener la ola de robos ?.
• Falta una estrategia eficaz.
• El transporte, caro y malo.

Mario Santiago

Ante la incompetencia de las autoridades de seguridad pública de todos los niveles, municipal ,estatal y federal, el robo se ha convertido en  Baja California Sur, en una plaga que no tiene antídoto y que lesiona gravemente el patrimonio de un inmenso número de familias que han perdido la tranquilidad y sus ahorros pues tienen que invertir en levantamiento de bardas, instalación de rejas en puertas y ventanas, sistemas de alarma los que tienen posibilidades, alumbrado casero y otro tipo de inversiones que muchas veces son insuficientes ante esta marejada que ya se ha convertido en un tsunami que no respeta a nadie.

Muchas, muchísimas victimas de este delito no presentan su denuncia porque no le tienen confianza a las autoridades policíacas, pues saben de lo engorroso del trámite y porque muy raras veces resuelven un caso.  Generalmente es pérdida de  tiempo.

Creo que nos está haciendo falta un Plan estratégico donde se involucren mas instituciones, no solamente las oficiales que no han podido con el paquete, sino por ejemplo los señores diputados que están quedándole a deber mucho a la angustiada sociedad.

Así es, los diputados como que están viendo de reojo este problema, será por incapacidad, porque a sus bolsillos  no les afecta este problema o porque tienen gendarmes que salvaguardan sus domicilios.

Por lo que sea, pero tienen que involucrarse.

En los últimos días de diciembre, entre quincenas y aguinaldos se embolsaron 200  mil pesos cada uno y si no existe ningún remedio para estos excesos, pues cuando menos que desquiten sus fabulosos emolumentos, que como ya lo habíamos dicho, se equiparan a los mas elevados del país.

Tal vez, de estos representantes del pueblo pueda surgir un plan más eficaz, ajustando y modernizando las leyes o creando algunas otras y sobre todo, vigilar la eficacia de los mandos que ellos mismo aprueban.

Si se  habla de tantos blindajes, pues  ahí está uno  que los está esperando.

Tenemos muchos policías, pero falta organizarlos y saber aprovecharlos,  sobre todo, que se transforme en una corporación mas honesta, mas disciplinada, mejor preparada, con mejores recursos y equipo mas actualizado para el desempeño de su labor , para que los ladrones dejen de reírse de nuestras corporaciones. Porque eso es lo que hacen.

Involucrar a todos los  agentes, sacándolos de las guardias residenciales de funcionarios a los que tienen que salvaguardar en lugar de velar por los intereses de la sociedad.

En La Paz tenemos 900 policías, calculan que cerca  de l800 entre Los Cabos, Comondú, Loreto y Mulegé.
Son 300 policías ministeriales, supuestamente capacitados  y pagados para investigar y combatir los delitos.

Tenemos otro tanto de policías estatales preventivos y también los federales ministeriales.

No se cuantos ladrones existan, pero no creo que sean mas que nuestros agentes.

¿Entonces, qué hace falta?

EL ROBO DE COBRE, UN CANCER.
El robo de cobre se ha convertido en un cáncer terminal que padecen todas las familias y las instituciones del Estado, pues se llevan tuberías y medidores domiciliarios de agua potable, líneas de gas butano (y si se puede el tanque), cableado de  alumbrado público, incluyendo edificios estatales, federales y municipales; suelen dejar a comunidades sin agua potable pues se roban cables de los pozos y todos estos malestares ocurren en los 5 municipios del Estado, tanto en el día como en la noche.

Y da la impresión de que las autoridades buscan a los ladrones con una venda en los ojos.

En La Paz no se cuantos medidores se hayan robado, pero  usted mismo puede hacer el calculo que desee ya que los funcionarios de SAPA dicen públicamente que hacen falta 33 mil.

Los múltiples negocios que lo compran para comercializarlo, al parecer lo hacen sin restricciones y sin orden, tanto los legalmente establecidos, y como es natural,  los clandestinos, pese a que existen  sanciones  que  estipula  el Código Penal que impone sanciones a quien adquiera objetos de procedencia ilícita.

Pero aprovechan que no existe –cuando menos eficaz-un sistema de vigilancia efectivo, pese a que se cuenta con un poco mas de 3 000 elementos en las diversas corporaciones  y solamente 30 negocios que oficialmente lo compran.

Entonces, si ya está la ley, solo hace falta una mano firme que la haga cumplir y sobre todo, respetar.

El Código Penal en su artículo 320 dice:”quien oculte, reciba en prenda o adquiera con ánimo de lucro, objetos que sean producto de delito, será castigado con  pena de l a 5 años y multa hasta de l00 días de salario.

Que sepamos, ningún comerciante ha sido infraccionado por este delito, pese al indetenible robo que existe de este mineral cuyo mercado internacional alcanza cifras marcadamente elevadas.

¿Mano blanda o complicidad?

Y las Casas de Empeño representan otro rubro parecido, pues también comercian libremente con todo tipo de objetos, muchos de ellos presuntamente productos del hurto en casas particulares  y negocios.

Tal vez, si nuestros diputados se pusieran la camiseta, cuando menos podrían presionar a las autoridades policíacas a que cumplan con sus obligaciones de vigilar los intereses del pueblo, pero cuando por alguna razón los invitan a comparecer,  da la impresión de que se presentan a pasar un día de campo, pues los legisladores, generalmente lucen totalmente desinformados.

COORDINACION, EL DILEMA Y LA SOLUCION.
Ahora que vemos que el accionar de las corporaciones policíacas es insuficiente, resulta indispensable la suma de mas organismos para luchar contra este crucigrama, y uno de ellos tal vez sea el  área legislativa que en sus manos está la elaboración de  nuevas leyes  o mejorar las que existen y vigilar permanentemente su cumplimiento, porque actualmente se adolece de  mecanismos para un mejor control que evite evita a los ladrones se sigan carcajeando de la policía.

Los agentes municipales no están preparados para este pesado paquete. Mal pagados y a destiempo, sin el equipo y la preparación adecuada, solamente hacen lo que pueden.

Gamil Arreola Leal, el Procurador de Justicia,  ya demostró que todo lo hace al revés y del Director Estatal de Seguridad Pública, Álvaro de la Peña Angulo, se esperaba mucho mas, tomando en consideración  los blasones con los que venia investido.

En Baja California Sur todavía no tenemos a gran escala la presencia del crimen organizado,  entonces, lo que falta  es que se pongan de acuerdo las instituciones encargadas  del orden y la justicia para que combata el robo con mejores resultados y se evite un mayor desalientote de la sociedad.  Pues lo deseable es tener corporaciones confiables y respetables.

Y en este caso, la palabra mágica se llama COORDINACION.

EL AUMENTO DEL TRANSPORTE, UN REGALO NO DESEADO.
Los habitantes de esta ciudad de La Paz, además de de la natural resaca, producto de los festejos de diciembre, con los bolsillos vacíos, iniciaron el año con el indiscriminado aumento en el Servicio del Transporte Urbano, que representó un regalo que no hubieran deseado abrir, pues en lugar de causarles alegría, haga de cuenta que les asestaron un gancho al hígado porque va en contra de sus maltrechas economías, ya que tienen que soportar un mal servicio, sin horarios y unidades en muy buenas condiciones, pero para venderlas como chatarra, a excepción de unas cuantas.

Nadie sabe que tipo de estudios realizaron los genios del municipio para justificar este desproporcionado incremento de dos pesos, el costo ya  es de diez, bajo la engañosa condición de quitarlo si en el próximo mes de agosto no modernizan el parque vehicular.

Ójala que nos equivoquemos, pero en  ese plazo no ocurrirá absolutamente nada o en todo caso, muy poco.

El descontento es generalizado.

El 23 de diciembre escuche un amplio reportaje de entrevistas en Canal 10 y otro en Colectivo Pericú y nadie de los ciudadanos estuvo de acuerdo en este aumento porque daña de manera muy considerable sus economías. Creo que la Presidenta Municipal y todos sus regidores están en apuros ante toda esta población de clase media baja y los mayormente desprotegidos.

Todos sabemos que todo lo que haga Esthela Ponce es con miras al futuro, pues de sobra sabemos que su máxima aspiración es llegar a gobernar el Estado, incluso hubiera rechazado una invitación de Peña Nieto en el probable caso de que  la hubiera invitado a colaborar en su equipo de trabajo. Ella misma lo expresó.

Por lo pronto, sus bonos bajan considerablemente, sobre todo con los usuarios del transporte, y no lo decimos nosotros, lo dice la gente. Así que algo práctico tendrá que hacer para reconciliarse con ellos.

Antonio Agúndez Montaño enfrenta un problema similar en Los Cabos, pero el cabeño no tiene las aspiraciones de la alcaldesa. Y si las tiene, casi está sin posibilidades.

Hace algunos meses estuve en la ciudad de Culiacán y acompañado de mi amigo Gilberto Zavala, utilizamos varias veces el servio del Transporte Urbano.

Me causó una grata impresión el aceptable estado físico de las unidades, bien pintadas, modernas, con sus letreros de ruta bien elaborados, conductores atentos, interiores impecables  con aire acondicionado y sobre todo, con un  precio accesible:7 pesos con cincuenta  centavos. Ayer le hable a Gilberto para verificar si continuaba el mismo costo y me confirmó que sigue igual.