Por Víctor Octavio García

Parálisis legislativa

• Reestructuras ante el escrutinio público
• Reestructuras debajo del colchón

Lo que ha ocurrido en el Congreso local a lo largo de las últimas dos semanas de grave parálisis legislativa (ingobernabilidad), ofrecen escenarios dignos para un análisis de corte kafkiano. Y no por las abominables crónicas parlamentarias que se han signado en los despachos periodísticos de los últimos días, sino por las terribles contradicciones y flaquezas que se han exhibido entre uno y otro bando –panistas-priístas y perredistas– que alegan por igual una legalidad extraviada desde hace rato.

Dos hechos constituyen, originariamente, la actual crisis de ingobernabilidad que priva en la Cámara. El brutal agandalle de la bancada oficialista del PAN-PRS en el gobierno y en las comisiones permanentes que conforman el Congreso local al ostentarse como mayoría que tampoco es mayoría –9 de 21 diputados– que tiene mucho que ver con la legitimidad, y una probada falta de oficio y operación políticas –incapacidad– en la conducción de los asuntos legislativos y en el manejo de la administración (gobierno) de la Cámara, que tiene que ver con la incapacidad. La crisis que implosionó hace apenas dos semanas a la sombra de las solicitudes de los créditos y la reestructuración de las deudas de los municipios de La Paz y Los Cabos solo sirvió de pretexto para que saliera a flote la incapacidad manifiesta y el agandalle que priva en el manejo y en la conducción del Congreso, donde los panistas y sus aliados nomás no han podido con el paquete.

Más allá de las desafortunadas y torpes declaraciones de Gil Cueva, Jisela Páez y de Ernesto Ibarra, señalando “injerencias externas” como los factores que desataron la actual crisis de ingobernabilidad sin reparar en la impericia de Juan Domingo Carballo –Presidente del Congreso– que no clausuró la Sesión ordinaria del pasado jueves 17 de noviembre, misma que motivó que los priístas, con una volátil mayoría de 12 diputados, aprobará holgadamente las reestructuraciones de las deudas por los Ayuntamientos de La Paz y Los Cabos con los votos de 12 de los 21 diputados, coyuntura que fue hábilmente aprovechada por los priístas que “cerraron” la inconclusa Sesión con la aprobación de los créditos para La Paz y Los Cabos. A partir de ese momento, todos y cada uno de los errores cometidos por los panistas –que no son pocos– y no producto de una estrategia clara, definida e inteligente por parte de los priístas, generaron escenarios de volátiles mayorías en los que un día se pregonaba la legalidad y al día siguiente se desenterraba el hacha de guerra, circunstancia en la que los priístas-perredistas y aliados de coyuntura hicieron tragar polvo a los imberbes diputados de acción nacional y del inexistente partido de los Carballo.

Como era de esperar, en medio del impasse –parálisis– saltaron los payasos de carpa, que en medio de la cerrada trifulca y la obsesión de poder abonaron aún más a la fuerte crispación entre los bandos en pugna. Gil Cueva –tipo muy limitado– amenazó a los diputados del PRI, PRD, de Convergencia y del PANAL con “juicios penales”, no sin antes advertir de un nuevo “moreirazo” en La Paz y Los Cabos (endeudamiento). Jisela Páez, figura menor con nivel de analfabeta funcional, acusó a los alcaldes de La Paz y Los Cabos de no consultar a la ciudadanía con este nuevo “atraco” y Ernesto Ibarra, conocido macuarro de los Coppel, señaló a los alcaldes de La Paz y Los Cabos como los culpables de la crisis en el Congreso. Al final del día, merced a la falta de oficio político por parte de la bancada panista-PRS y de la habilidad de los priístas ahora se sabe que la calificadora internacional, Fitch Ratings, con fecha 25 de julio de 2011, asignó la calificación (aprobación) de un crédito bancario (reestructuración de deuda) de AA (Mex) a un crédito contratado por el gobierno del Estado Baja California Sur con el banco Banorte, por un monto de hasta 840 millones de pesos, con vencimiento en abril de 2029. Curiosamente de esto nadie sabía nada hasta ayer cuando los priístas –hábiles en el tejer finito– descubrieron que el gobierno del estado “anda en las mismas” con la salvedad de que el asunto lo tenían escondido debajo del colchón.

Ahora, Gil Cueva –el bruto mayor–; Jisela Páez y Ernesto Ibarra, tendrán que tragar camotes, porque el gobierno al que defienden y sirven ¿sirven? tampoco ha consultado a la ciudadanía sobre el millonario crédito con Banorte, no ha informado ante el Congreso del Estado sobre la millonaria restructuración de la deuda ni se ha informado en qué consiste el “pago de pasivos”.

Y no es cosa menor, porque al descubrirse la millonaria reestructuración se exhibe, una vez más, el doble discurso y la doble moral de los panistas que dicen una cosa y hacen otra. Si priístas y perredistas tomaron el toro por los cuernos exponiendo ante los ojos del escrutinio público el caso de sus reestructuraciones y nuevos endeudamientos, los panistas los mantienen escondidos debajo del colchón. ¿Qué tal?.

SOBRE EL CABRESTO
Fuerte actividad de la alcaldesa de La Paz al encabezar ayer una larga y agotadora jornada de audiencias públicas…..Será mañana miércoles, a la misma hora y en el mismo lugar, se llevará a cabo el evento de toma de protesta de José Carlos Cota Osuna como nuevo dirigente de la CNOP en BCS…..Excelente encuentro con Héctor “Pipi” Ibarra, entrañable amigo, quien y pese a las maledicencias de algunos goza de cabal salud……Salud.