ABCdario


Por Víctor Octavio García

Cacería

 

  • Los “rugidos” del “lión”
Lión (puma) sorprendido y muerto por un macho.

La última vez que estuve en el rancho del Prieto, en El Aguajito, –a mediados de julio de este año– durante casi toda la noche fue imposible pegar pestaña. Cerca de la casa se escucharon varios rugidos de un “lión” que a decir del Prieto, lleva ya varios días merodeando en la zona. Después de esa larga noche no se volvieron a escuchar sino hasta hace cuatro días, cuando de nuevo se escucharon en el mismo lugar tal como ocurrió hace poco más de tres meses. Fue, para ser precisos, en la noche del lunes pasado, cuando de nueva cuenta se oyó el “llorido” ladino del animal en los alrededores del rancho.

Ese día había llegado muy temprano al Aguajito con la firme idea de “ensillar” una bestia para recorrer la zona de “La Tinaja de la Vieja”; tomar fotos de la mítica cueva donde, hace cerca de 200 años, fueron aprehendidas las últimas dos Guaycuras, según relatos que se cuentan en los alrededores. Raúl Olachea me motivó a investigar el caso a fin de ilustrar alguna crónica de cacería. En el primer intento fracase porque la Cámara que llevaba no traía pilas y hace cuatro días los rugidos del lión me impidieron regresar a la zona como eran mis intenciones. Le hablé a Raúl para comentarle lo sucedido; “de perdida prepara una crónica sobre el “lión” y el Prieto, así no nos quedamos en “ascuas” de lo que pasó”, me contesto.

El mismo día que llegue, después del almuerzo, decidí pegar una caminada por “la mesa de La Vieja” que está cerca de la “Tinaja”. Preparé una vieja carabina 30/30. Le monté dos cartuchos en el cargador y uno en la recámara, le puse seguro y me eche en la bolsa del pantalón tres cartuchos útiles más. No lleve agua, salvo un cuchillo mohoso que me encaje en el cinto. La “tardeada” no ofrecía gran cosa dado que oscurece muy temprano, así que caminaría a lo sumo tres kilómetros “peinando” las laderas de “la mesa de La Vieja” sin más satisfacción que disfrutar el sombrío y desolado paisaje abatido por una prolongada sequía que lleva más de tres años. Durante el recorrido no vi nada; ni “juellas”, ni “trilladeros” ni “bullingas”, salvo un par de burros mesteños que en cuanto me sintieron pegaron veloz estampida.

De regreso, me topé –avistado por los últimos destellos de luz– con varios “trilladeros” de víboras, algunas de regular tamaño. Apure el paso para que no me oscureciera en el regreso porque no llevaba foco de mano, salvo un cuchillo mohoso y la 30/30 colgada sobre los hombros. En cuanto llegue decidí bañarme antes de que se hiciera tarde que es cuando comienza a correr viento frió provenientes de La Sierra de “Las Tarabillas” y de “La Punta del Mechudo”. Como habíamos almorzado tarde no cené, así que para los ocho de la noche estaba sobre los tendidos. Sentado sobre la cama, escuché del Prieto entretenidas historias que me platicó sobre la nada extraña presencia de “liones” en la zona. Ni en idea de que esa misma noche, horas más tarde, se levantaría a soltar los perros (tres) y “aluzar” con un foco de manos sobre los alrededores de la casa, luego de escuchar extraños rugidos muy cerca de la casa.

Los rugidos del “lión” que escuchamos en julio –me comentó– no se han vuelto a ollir” pero no tardan en que los escuchemos. Son animales (liones) muy cabrones; pasan por el mismo lugar de siempre, se encuevan en la misma cueva de siempre, bajan al agua al mismo ojo de agua de siempre, agarran la misma travesías de siempre, en fin, son animales tercos que han de pasar por donde mismo. Hace dos años –prosiguió con su relato– tumbé una “liona” grande aquí cerca de la casa que venía siguiendo a una venada con la cría. Tú lo comentaste, acuérdate, me dijo. ¡Ah!, y los rugidos del “lión” que escuchamos en julio son del mismo animal que llevaba ya varias temporadas (años)  paseándose de La “Tinaja de la Vaca”, “La Tinaja de la Vieja”, “El Aguajito” y toda la cordillera de “Los Peludos” donde baja al agua en el “Saucito”. He visto las “huellas” pero no al animal. Cada vez que salgo a buscar (campear) un animal (res), siempre me llevó un arma por sí se me atraviesa. Hasta ahorita –expreso en tono despreocupado– no ha hecho daño, no ha matado animales, salvo una yegua flaca y renga que encontré muerta y destripada al descolgar sobre el arroyo de “Las Tarabillas”. Me platicó otros relatos sobre “liones”, coyotes y gatos monteses con rabia que lo han obligado a encaramarse en los palos o de plano pegar la estampida en pleno monte.

Cerca de las once me dispuse a conciliar el sueño. Noche sin luna y estrellada, interrumpida por algunos bramidos de reses o ladridos de perros. Serían pasadas las 3 de la mañana cuando desperté para “miar”. En eso divisé al Prieto que andaba desamarrando los perros y “aluzando” alrededor de la casa. Le pregunté –que pasó, escuchaste algo–sí, me contestó, comenzó a gritar de nuevo el animal (lión). Como no escucho, ni en cuenta de los rugidos que se oían cada vez más seguido y más cerca de la casa. Los perros extrañamente no ladraban pero si se estaban bastante inquietos, nerviosos, como un par de bestias (caballos) que estaban encerradas en el corral. A partir de allí fue cosa de no pegar pestaña. Confieso que no escuche los rugidos como tampoco los escuche en julio, pero me inquietaron. Siempre tardó en “aclarar”, así que más de tres horas me la pase recostado en la cama, fumando. De tanto fumar se me encrudeció el estómago, así que me levanté a esa hora a preparar un sándwich de jamón con rebanadas de tomate. Al rato se levantó el Prieto a colar café y esperar sobre el corredor a que amaneciera para echarle agua y comida al ganado.

En cuanto aclaró, acompañé al Prieto para ver si veíamos las “juellas” del “lión” justo donde minutos antes se oyeron los rugidos. Increíble, de que a menos de setenta metros de la casa nos toparíamos con las primeras “juellas” del animal; preciosas “juellas” que delataban de que es un “lión” grande, pesado y joven: Sus ágiles movimientos, sus espaciadas zancadas y los profundos rastros de sus pisadas no dejaban la menor duda de que se trataba de un buen ejemplar. Le cortamos “huella” por espacio de una hora hasta que se perdieron descolgándose por un portezuelo que separa los elevados cantiles entre “La mesa de La Vieja” y “La tinaja de la Vieja”. Nos regresamos a la casa para preparar el desayuno (la del perro).

Aún era temprano y había programado preparar un “cocido” de corvas y chamorros con todo los menjurjes, así que decidí, contrario a lo que había pensado en la “nochi”, salir a dar una vuelta con la 30/30. Oyes Prieto –le dije– voy a dar una vuelta por la zona de “Los Horconcitos” –en dirección contraria por donde se perdieron las “juellas” del “lión” — calculando mi regreso para la hora del “cocido”. Está bien, me respondió, no sin antes adelantarme que freiría unas “cortaduras” de res pal desayuno y que destendería unas de maíz (tortillas) sobre el comal. Agarre la 30/30, le monté de nuevo tres cartuchos; dos en el cargador y uno en la recámara y me eche en la bolsa del pantalón tres cartuchos más y ¡fierros! pa’ “Los Horconcitos”. Total, caminaría hasta las diez de la mañana viera o no un “hijuelachingada”. Habría caminado con el sigilo de un cazador en potencia como dos o tres kilómetros cuando decidí regresar. En la mañana había tomado dos suculentos vasos de café con leche directamente de la “teta” de la vaca, así que traía la “vejiga” a reventar. Dejé la 30/30 recostada sobre el tronco de una frondosa pitahaya dulce para “miar”. Cuál sería mi sorpresa que al “tirar el agua” me di cuenta de varias “juellas” fresquecitas de “lión” sobre el tronco de la pitahaya. La tierra estaba suelta, así que las “juellas” se distinguían perfectamente que eran de “lión”. Serían las diez de la mañana cuando agarre vereda rumbo al rancho, sensible ante el más mínimo movimiento. Y al igual que un día anterior, tampoco vi nada. Sentí una rara sensación que no había experimentado desde hacía muchos años de miedo, zozobra y nerviosismo. Los dos o tres kilómetros que había que recorrer para llegar al rancho se me hicieron eternos –como si me hubiera caminado a pie de Guerrero Negro a La Paz–. Cuando llegue, el Prieto ya tenía la “fritanga” lista; chicharrones de res, tortillas de maíz hechas a mano, salsa preparada en el molcajete y una enorme jarra de café recién colado. Sobre la mesa sosteniendo una tortilla con chicharrones le platiqué lo de las “juellas” y sentí que se interesó. Ya que desayunemos nos damos una vuelta, me dijo.

Le asistí  afirmativamente con un ligero movimiento de cabeza. Hecho y dicho, en cuanto terminamos de desayunar, no a pie sino en carro, le dimos con rumbo a “Los Horconcitos”. No tardamos en llegar. Al bajarse del carro el Prieto detecto más “juellas” que yo no había visto. ¡Puta madre, está grande el “jijuelachingada!” exclamó al ver tamañas pisadas. Según el Prieto, que es un todo un forense sin título, se trata de un “lión” grande, joven que tiene su “territorio” en esa zona. Es el mismo que estuvo rugiendo anoche, me dijo. Con la misma nos regresamos al rancho para meterle más leña a los huesos del cocido y esperar a que pegarán los primeros “hervores” para “zamparle” la verdura; calabazas de casco duro, elotes, camotes, zanahorias y repollo.

Pasadas las cuatro de la tarde, aún con el sol a “medio chile”, nos acercamos a la mesa que doña Cuca (esposa del Prieto) diligentemente ayudó a poner; en medio de la mesa, la olla de caldo y a un costado, una enorme azafata con la verdura, limones, cilantro fresco, chiles serranos, sal entera y una jarra de agua de jamaica. Las tortillas eran opcionales porque había camotes. Y vaya que el “cocido” quedó al punto, riquísimo, preparado a conciencia por el Prieto y las diestras manos de doña Cuca quienes estuvieron al pendiente desde que lo pusieron en las hornillas. Comimos y repetimos hasta saciar nuestras crujientes y escandalosas tripas. Después de la comer espere un rato a que me hiciera la digestión para bañarme y preparar mi regreso a esta ciudad.

Antes de despedirme escuche varias anécdotas más contadas por el Prieto en las que en repetidas ocasiones ha sido protagonista y en otras testigo presencial de encuentros con “liones” en pleno monte, relatos que más delante compartiré con ustedes como parte de la vida secular en los ranchos sudcalifornianos donde, más allá de lugares comunes se rompen viejos cartabones abriéndole paso, no al mito, sino a las brutales limitaciones que impone un medio tan agreste como el nuestro donde da sus últimas batallas nuestra centenaria “comunidad de sangre” en aras de sobrevivir en un mundo “globalizado” que no termina de entender; salvaje, insensible e incompresible. Enhorabuena y salud.

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com


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29 comentarios en “ABCdario

  1. Avatar de Alejandro Alejandro

    Pusshi!!! Ta ba grande el pinche animalon hijoelachingada ese!!, gueno el pinche cuentito, ja, ja, ja….Me gusto mucho, hiciste un excelente retrato del ranchero sudcaliforniano, que me disculpen mis paisanos pero esta es solo lectura exclusiva para la mentalidad sudcaliforniana. Gracias!!

  2. Avatar de El Imprudente El Imprudente

    Muy buen relato, ameno, agradable, descriptivo…A ver, que le cuesta al columnista escribir de esa manera, en lugar de festejar el asesinato de los pobres animales a mansalva y con poderosos rifles con potentes miras telescopicas…Sabemos que los rancheros tienen que matar para comer y lograr sobrevivir en las dificiles condiciones del monte pero lo hacen por necesidad y no por «deporte»para lucir una cornamenta o una piel de leon…Si quieren lucir una buena cornamenta pues es cuestion, sin necesidad de ir a asesinar a animales indefensos cuyo unico pecado es, tambien como los rancheros, tratar de sobrevivir en el semidesierto de sudcalifornia…

  3. Avatar de LIC ALFREDO DAVIS LIC ALFREDO DAVIS

    FELICIDADES AMIGO POR TAN EXCELENTE RELATO, LO MALO DE ESTOS PENDEJOS CRITICOS NO ENTIENDEN DE QUE NO TODO EN LA VIDA ES UNA MISMA RUTINA, NO TODO ES POLITICA SACUDAN EL PIOJERO RAZA NO SEAN PENDEJOS . FELICIDADES DE NUEVO MI AMIGO

  4. Avatar de LA BAJAportu ass LA BAJAportu ass

    asi es mi estimado fuaaaa la vida es atoda ma##$$% en la sierra es otro mundo pura paz y tranquilidad sigan poniendo esas historias pa echar a bolar la imaguinacion y recordar biejos tiempos nomas que menos cazeria es suficiente con la cazeria que existe en el pais actualmente saludos

  5. Avatar de LA BAJAportu ass LA BAJAportu ass

    esta muy bien la lectura, especialmente para aquellos que cresimos entre los cardones y choyas. lo que no me gusta es que anden cazando los animales porque es cierto que ya no hay tantos como antes cuando caminaba por los arrollos y mezetas ahora que lo sigo aciendo me cuesta mas tiempo encontrar alguno nisiquiera gatos monteses deporsi que es desolada nuestra querida peninsula y ahora mas sin fauna que obserbar disculpen mi falta de ortografia parientes desafortunadamente no pude terminar mis estudios porque como les dije creci entre choyas y cardones saludos a todos parientitos

  6. Avatar de EL FUUUUUAA!!! EL FUUUUUAA!!!

    HAAAA QUE BELLEZA DE LECTURA, UNO SE TRANSPORTA A LA TRAQUILIDAD DE LA SIERRA Y SE SIENTE AHI, QUE RELAJANTE LECTURA FELICIDADES, ME PODRIA PASAR DIAS ENTEROS LEYENDO ESTAS HISTORIETAS Y MAS AUN ME ENCANTARIA VIVIRLAS, ESPECIALEMENTE DESPUES DE ACABARME DE ENTERAR DE LA GRAN BALAZERA QUE ESTA OCURRIENDO EN ESTOS MOMENTOS EN EL PUEBLO… ME DAN MUCHAS GANAS DE LARGARME A LA SIERRA Y NO VOLVER A BAJAR A ESTE COCHINO AMBIENTE..
    FELICIDADES Y NO DEJE DE SEGUIRNOS DELEITANDO CON ESTAS EXCELENTES HISTORIETAS CCCHOYERAS.

    1. Avatar de bob bob

      desgraciadamente asi es ya no hay la tranquilidad de antes en nuestro estado donde la gran mayoria nos conociamos, en las casas en verano dormiamos afuera con las puertas abiertas pero desgraciadamente a llegado mucha gente de fuera con otras formas de vivir(mañas) y han alterado nuestra pacifica forma de vivir. prefiero una ciudad chica a una grande en tamaño y en problemas sociales.

  7. Avatar de planeño planeño

    munchas gracias por la lectura parientito, estare pendiente del siguiente, es bueno leer algo entretenido y bueno entre tantas cosas no tan buenas…y en el rancho donde yo naci ase muncho que no devisamos un lion, se han escuchado rumores pero nada comfirmado..

  8. Avatar de no somos choyeros no somos choyeros

    antes pensaba eso de que somos choyeros, pero no mam…en no somos choyeros, somos sudcalifornianos, eso de choyero es como decirle a un tahualila «nopal»…deberiamos de comenzar a erradicar ese termino

  9. Avatar de CHOYAS CHOYAS

    GRACIAS OCTAVIO POR ESTE RELATO, ESTAS COSAS HACEN FALTA , PORQUE LA MERA NETA, LA CULTURA CHOYERA ES ALGO QUE POCO FOMENTAMOS Y SIN EMBARGO ES BELLA, QUE INCLUSO CON TU RELATO » TAN DE RANCHO», PARECIERA QUE ES UNA MENTIRA, SIN EMBARGO, LOS QUE CONOCEMOS LA BAJA, NOS ENCANTAN ESTOS RELATOS, OJALA QUE SEAN MUCHOS MAS, PORQUE AFORTUNADAMENTE, LOS CHOYEROS TIENE LA GRANDEZA DE VER EN ESTE BCS COSAS QUE MUCHOS NO SABEMOS VER PERO QUE AHI ESTAN. FELICIDADES .

  10. clamatón…con limón…..no nada más los rancheros están esperando las campañas y si así fuera que??? la gente delos ranchos son los más necesitados y si les dan pues agarran, pero jamás toman lo que no se les ofrece, allí si clamatin clamatón ojalá que tuvieras aunque sea un pelo de ranchero, tranzaaaa tuuuuu!!!

  11. Avatar de Clamatón.... con limón Clamatón.... con limón

    pues hay de todo, tambien hay rancheros cuya honrades deja mucho que desear y que ya estan sebados esperando las campañas politicas para pedir y pedir a todos los candidatos.

  12. Avatar de POBRE BAJA CAILF.!! POBRE BAJA CAILF.!!

    GRACIAS A RANCHEROS ASI , YA NO EXISTEN , VENADOS , LIONES, Y MUCHAS ESPECIES MAS, SIGANLE DANDO EN LA MADR… A LA BAJA SUS PROPIA GENTE….QUE ORGULLLO!!!!!

  13. Avatar de EL REALISTA EL REALISTA

    Me gusto muchisimo y la verdad asi hablan los rancheros choyeros porque tengo familia que habla asi, y es un orgullo, porque son gente con muchos valores, que quizas por el destino no pudieron tener educacion, pero los valores y la honradez la manejan al 100% , felicidades por el relato..

  14. Avatar de BARNEYDEMORADO BARNEYDEMORADO

    Vitor, cada vez estas pior, no pretendas hacerle al novelista, tu, al chayote, a lisonjear al que paga y agredir a quien no, eso sí es lo tuyo, no vengas con cosas raras después de viejo, no te queda, no eres creíble. Habla del “lion” si, pero el de Santiago (ahora felino venido a menos), de las “bestias” y “mulas” del congreso, de las víboras que cambian de piel, que un día son amarillas y otro son azules y que ahora quieren ser candidatas, de eso habla Vitor y te pondremos un poquito de atención.

  15. Avatar de Sergio Soto Sergio Soto

    Excelente relato, muchas felicidades y gracias por darnos un momento de esparcimiento sano y edificante, que me hace sentir orgullosos de ser sudcalifornio, aunque sea por autoadopción.

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