- Se gesta movimiento de paro de Policías Ministeriales
Cabo San Lucas, B.C.S.- El intercambio de información entre oficiales de la Policía Ministerial de Baja California Sur, tiene visos de gran inconformidad. Desde las partidas de Guerrero Negro, pasando por todas las comandancias hasta Cabo San Lucas la pregunta es la misma: ¿cuándo nos van a pagar el bono semestral?
De hecho la semana anterior la bomba iba a explotar. Sin embargo algo de última hora los contuvo. Guardar el luto por su compañero caído en el cumplimiento de su deber. Además las vacaciones de los principales mandos concluyen el próximo lunes.
Esta inconformidad también alcanza a ministerios públicos y los peritos, sin embargo es más evidente entre la tropa, que es la que enfrenta las labores más difíciles y peligrosas dentro de la Procuraduría.
El bono que desde junio se les debió haber pagado no ha llegado. Preguntan y preguntan y nadie tiene una respuesta firme. No se sabe cuando les pagarán.
Este bono proviene del Fondo de Aportaciones de Seguridad Pública.
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No todos los ministerios publicos, ni todos los policias ministeriales son corruptos e ineptos. Lo que pasa que por unos la llevamos todos. Por que de que hay corruptois e incapaces los hay. Hay a quienes les vale un comino torcer la accion de la justicia dependiendo quien paga mas. Se llevan a cabo investigaciones que no sirven para castigar a los responsables de los delitos, sino para encubrir a los responsables. Hay reportes o informes «torcidos» y el M.P. los solapa. Todo esto porque el Porcurador no se ha decidido a LIMPIAR la procuraduria de tanto «malandrin». Los arboles torcidos, ya no se enderezan o cochi que come mierda, aunque le tuerzan el hocico. Aqui, se limpia con todos los malos elementos o se «acomoda» el procurador a los «estilos» viejos de trabajar. Desgraciadamente es mas comodo hacerse de la vista gorda y llevarsela «cachetona» que a meter orden. De por si Gimill, no se le ve mucha energia mara transformar la procuraduria y vigilar que realmente se procure la justicia. Hay veces que parecde que todavia esta de procurador el nefasto de KARIM.
QUE EL PROCURADOR EMPIEZE POR CAMBIAR AL MP DE TRANSITO Y A LA BOLA DE SECRETARIAS CORRUPTAS QUE NO SIRVEN PARA NADA Y SE LA PASAN NADA MAS TRAGANDO POR ESO ESTAN COMO ESTAN DE CERDAS. Y A LA POBRE GENTE LE DICEN SU ASUNTO NO SE HA RESUELTO PORQUE LOS PERITOS NO HAN RENDIDO EL DICTAMEN CUANDO NI SIQUIERA ENVIAN LOS OFICIOS. PORQUE A ESA AGENCIA DEL MINISTERIO PUBLICO NO HIZO CAMBIOS AHI ES DONDE DEBE DE ACTUAR CON MANO DURA.
TANTO MACOVI, COMO EL PROCURADOR YA NOS ESTAN DECEPCIONANDO A LA CIUDADANIA. PURO GUIRIGUIRI Y NADA DE RESULTADOS. PUROI BLA BLA., GIRAS. PACHANGAS . DISCURSDOS Y PROMESAS Y NO VEMOS EL «CAMBIO». A MI PARECER ESTE GOBIERNO SI SIGUE SIN RUMNBO NO VA A DURAR NI LOS 4 AÑOS. EN LA PROCURADURIA NO HAY PERSONAL CAPAZ DE RESOLVER TANTO CRIMEN, SECUESTROS, ROBOS, ASALTOS QUE HAN OCURRIDO. DEFINITIVAMENTE TENEMOS QUE HACER UN MOVIMIENTO CIUDADANO PARA EXIGIR QUE CUMPLAN LO QUE PROMETIERON. QUE CONTRATEN GENTE CAPAS EN LA PROCU, PARA HAGA UN TRABAJO DE INVESTIGACION PROFESIONAL Y CON RESULTADOS SATRISFACTORIOS. COMO ES POSIBLE QUE POR NEGLIGENCIA E INCAPACIDAD ANDEN SUELTOS ASESINOS, ASALTANTES, RATEROS, ETC.
GENTE PROFESIONAL SI LA HAY EN LA PROCURADURIA PERO TU CREES QUE CON LA MISERIA DE SUELDO QUE LES PAGAN A LOS MP A LOS MINISTERIALES Y A LOS PERITOS.TENGAN ANIMOS PARA TRABAJAR TODO EL DIA Y LUEGO EL BONO ES FECHA QUE NO SE LOS HAN PAGADO GANA MAS UN BARRENDERO Y UNA SECRETARIA QUE LOS LICENCIADOS Y TODAVIA AGUANTAR A CADA GENTE HISTERICA QUE LLEGA Y A LA PRIMA DEL PRIMO DEL INFLUYENTE. ES UN TRABAJO MUY DELICADO Y CADA SITUACION QUE LES TOCA VER HAY QUE TENER AMOR A SU TRABAJO PARA TRABAJAR EN LA PROCU. NADIE AGUANTARIA LA VERDAD AGUANTAR A TANTO JEFE PENDEJO QUE CREE QUE INVENTO EL HILO NEGRO Y NO SABEN NI SIQUIERA LO QUE ES ANDAR EN LA CALLE ARRIESGANDO EL PELLEJO POR DAR EL MEJOR SERVICIO A LA SOCIEDAD. Y TODAVIA PONEN CONDICIONES PARA EL ENTREGAR EL BONO.
SEÑOR PROCURADOR: Cuando và a correr a todos los policias ministeriales corruptos e ineptos que no investigan bien y se venden al mejor postor, contribuyendo a que existan muchos delitos y crimenes sin esclarecer. En lugar de bono, mejor acomplete la «indemnizacion» de estas ratas corrptas que todavia se encuentran como agentes del ministerio publico y policias ministeriales, incrustados en la procuraduria. Con las mismas caras, definitivamente no se va a lograr nunca el ·cambio» prometido. La justicia và a seguir siendo INJUSTICI y la procuracion, seguira siendo improcuracion. Pongase las pilas procurador Gamill Arreola, o se va hundir el barco.
LO CAZARON
La ejecución del agente investigador de la PGJE
En la nueva escalada de violencia en Baja California Sur, la madrugada del 22 de julio fue ejecutado de dos tiros en la cabeza un agente investigador de la Policía Ministerial del Estado. Las primeras investigaciones apuntan hacia compañeros de la corporación adscritos a la Comandancia de la Guardia Nocturna y del Departamento Jurídico, así como a jefes de grupo y comandantes que al parecer habían sido descubiertos por la víctima como cómplices del crimen organizado. El Gobierno de Marcos Covarrubias no ha respondido al ataque. Militares sospechan de la liga Policías-narcomenudistas
Investigaciones ZETA
Alberto Villela Rangel, preparaba su renuncia. Hasta el 22 de julio de 2011, día en que lo asesinaron, se desempeñaba como agente investigador de la Procuraduría General de Justicia de Baja California Sur.
Villela estaba adscrito a la comandancia de la guardia nocturna de la Policía Ministerial. La madrugada de ese 22, se encontraba en una taquería entre Belisario Domínguez y Antonio Navarro en la colonia El Manglito en La Paz. Le asestaron dos tiros a la cabeza.
La víctima recibiría su carta de pasante como abogado en agosto, después de haber estudiado y terminado la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California Sur, y planeaba dejar la corporación, donde antes de su muerte, Beto –nombre por el que era conocido entre familiares y amigos– había atravesado por una serie de problemas que lo llevaron a tomar la decisión.
De hecho un par de semanas antes del crimen, familiares y amigos de Villela, notaron en su semblante angustia y desesperación por dejar la institución, ya que les comentó, “estaba sometido a un intenso escrutinio y presiones de trabajo por parte del comandante y del jefe de grupo de la guardia nocturna, así como del personal del Departamento Jurídico, quienes desde dos meses atrás, le presionaban para obligarlo a renunciar”.
Datos entregados a Investigaciones ZETA, expusieron una parte del hostigamiento laboral.
1.- En el mes de junio, los jefes del agente investigador le retiraron su arma de cargo, argumentando que entraría en una revisión del inventario, y la cual, hasta el día de su ejecución, jamás devolvieron.
2.- Entre la primera y segunda semana de julio, los superiores notificaron verbalmente que habían decidido cambiarlo de adscripción hacia la población de Bahía Tortugas, Baja California Sur. De negarse, sería sancionado a través de la elaboración de actas administrativas hasta ponerlo a disposición de la oficina de Recursos Humanos de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Por eso –antes de su muerte y esperando la notificación por escrito— el agente estaba pensando tramitar un amparo para defenderse del cambio de adscripción.
Eso no es todo. Como parte del acoso laboral, Alberto Villela Rangel había sido rotado de la guardia nocturna a cuidar el acceso de la entrada de los estacionamientos de la Procuraría General de Justicia del Estado, y de ahí fue enviado a la base de operaciones de radio, donde hoy se sabe, tuvo acceso a mucha información y conversaciones delicadas sobre presuntos vínculos entre policías, jefes de grupo y comandantes con el crimen organizado de Baja California Sur.
Por lo anterior, los investigadores del caso creen que éste podría haber sido el principal móvil de la ejecución, ya que aunque cubría un horario de trabajo de 8 de la noche a 8 de la mañana con descanso el día sábado, Villela, había sido relegado totalmente de sus funciones y ya no hacía nada dentro de la institución. Los superiores de la víctima hasta comentaban entre ellos –según una de las últimas confesiones del agente— que “no entendían a qué chingados iba trabajar, si ya no estaba haciendo nada dentro de la corporación”.
El crimen del agente investigador no mereció ningún tipo de reconocimiento y ni siquiera una guardia de honor por parte del personal y responsables de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Los familiares recogieron el cuerpo de Villela casi 16 horas después del asesinato, y hasta el 23 de junio lo enterraron en el panteón de Los San Juanes de la ciudad de La Paz.
Hoy se sabe, tres días después de la ejecución bajo un sospechoso silencio, el gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor, acompañado del Procurador Gamill Arreola Leal y de su gabinete en pleno, salió a una gira de trabajo de dos días por el municipio de Mulegé, en medio de este lamentable hecho que –hasta el cierre de esta edición— no había merecido el mínimo comentario del gobernante panista que se jactó de que encabezaría “un gobierno realmente cercano a la gente, sensible y comprometido”.
La ejecución
Para los investigadores del caso, la ejecución de Alberto Villela Rangel ya no es un misterio. Tienen una película bastante clara de lo que pudo haber sucedido en torno a su crimen, y las primeras indagatorias recabadas apuntan hacia personal de la propia Procuraduría General de Justicia del Estado, y aunque el agente fue asesinado al estilo de la mafia, los investigadores creen que pudo tratarse de una estrategia para confundir a las autoridades.
Aunque en este momento todo el personal de la Comandancia de la Guardia Nocturna y del Departamento Jurídico, así como algunos agentes ministeriales, jefes de grupos y comandantes, son sospechosos en primera línea, sobre todo aquellos que en su momento tuvieron diferencias con el agente investigador, una pieza clave –al cierre de esta edición— era Arely Rodríguez García, secretaria mecanógrafa de la agencia del Ministerio Público del fuero común de la guardia nocturna y única sobreviviente del ataque y acompañante de Villela la madrugada de su crimen.
Los investigadores no descartan que la mujer pudo haber participado en el homicidio, llevando como carnada al agente a manos de los criminales, ya que casualmente después de haber sido principal testigo del crimen y haber visto de frente al sicario, no fue atacada ni alertó al elemento caído cuando descubrió que iba a ser balaceado, como expusieron algunos testigos.
La madrugada en que fue ejecutado, Villela recibió dos tiros en la cabeza y estaba justamente sentado de espaldas al espacio por donde llegó el sicario. Tenía a su acompañante frente así, y por lo tanto concluyen los investigadores, pudo observar el rostro del sicario y ver el momento en que pistola en mano, se dirigía al agente investigador. La mujer fue una testigo directísima del crimen.
Los dos asesinos que viajaban a bordo de una camioneta de color verde botella o azul obscuro, lo estaban cazando. La indagación indica que los asesinos contaron con información interna, por ejemplo, el momento en que abandonó las instalaciones oficiales para dirigirse a la taquería en una unidad oficial.
13 minutos que aproximadamente duró el trasladó de la oficina a la taquería, y los 15 minutos que hizo en bajarse del carro y hacer su pedido de comida fueron aprovechados por los criminales para estudiar la zona, dar una primera vuelta y verificar su ubicación e identidad.
Antes Villela y Rodríguez, habían ido a una taquería por el rumbo de Colosio y J. Mujica y encontraron cerrado –según explicó la propia mecanógrafa en su declaración–, por eso de ahí se fueron hasta el expendio donde minutos más tarde fue ejecutado.
La segunda vez que los sicarios pasaron frente a Alberto Villela Rangel –y una vez conociendo su posición– se detuvieron a unos metros de distancia, y llegando por la espalda, le dispararon dos tiros en la nuca y huyeron con rumbo desconocido.
La manera en que fue victimado Villela expone que se trató de un asesinato orquestado y sincronizado, donde no solamente hubo un autor material, sino uno o varios autores intelectuales. Era de madrugada y andaba desarmado. Hasta hoy, los investigadores del caso todavía indagan dos puntos clave:
1.- Quien de los dos, Villela o Rodríguez, tomó la decisión que el agente se sentara justamente sobre el lindero de la banqueta y dando la espalda a la calle, cuando todos en su trabajo conocían la costumbre del agente de buscar comúnmente la pared para sentarse y no quedar expuesto a la calle o la entrada de algún lugar.
2.- Por qué Arely Rodríguez García no alertó a su compañero que sobrevenía un ataque armado, cuando alcanzó a ver a unos dos metros de distancia, salir al sicario entre la obscuridad y con pistola en mano.
Los sicarios
Los asesinos del agente investigador llegaron a bordo de una camioneta de color verde o azul obscuro tipo Cherokee aproximadamente modelo 85, sin placas de circulación y con vidrios polarizados, según versión de los testigos.
La acompañante de Villela describió al sicario como una persona de tez blanca, robusta y alta, de aproximadamente 1.80 m, y de quien la PGJE ya tiene un retrato hablado, pero hasta el cierre de esta edición, no ha sido localizado.
La madrugada del crimen, los asesinos detuvieron la marcha de su vehículo a unos 50 metros antes de llegar a la esquina de la taquería sobre la calle Antonio Navarro, de ahí se bajo el sicario, preparó el arma y caminó pistola en mano por la banqueta, hasta llegar a la esquina de la calle, donde dobló y de inmediato se dirigió a Villela, disparando dos tiros en la cabeza. El sicario emprendió la huida. Caminó apresuradamente en dirección a la camioneta, la cual ya estaba estacionada justo en la esquina, donde abrió la puerta, subió y se dio a la fuga.
Los únicos testigos en el lugar de los hechos, eran un taquero, dos meseras y una pareja que justamente estaban sentados detrás del agente ministerial, sobre una barra de madera desde donde observaron cuando el sicario disparó. Sin embargo se agacharon y se escondieron al escuchar las detonaciones, cuando pistola en mano el asesino pasó justamente a un costado de ellos y se marchó.
Después de perpetrado el crimen, el caso fue reportado a las autoridades y de inmediato se implementó un operativo donde participaron agentes de la policía municipal, policía estatal preventiva y de la policía ministerial. Hasta el lugar llegó una ambulancia de la Cruz Roja, pero los disparos habían sido certeros, por lo que se retiró de la escena y fue requerida la unidad de la Dirección de Servicios Periciales de la PGJE.
En el despliegue policiaco, los agentes de la policía municipal y ministerial, detuvieron esa madrugada a una persona que viajaba en un vehículo de color crema tipo sedán. Fue un hombre de tez blanca, alto robusto, de cabeza rapada, con un pantalón café y una playera a rayas, color crema con gris. Hasta el cierre de la edición, nada se sabía del detenido y la PGJE no ofreció informes.
El Agente Villela
Datos recabados por Investigaciones ZETA, expusieron que el perfil socioeconómico del agente Alberto Villela Rangel, de entrada, no encaja en un elemento que anduviera en malos pasos o sirviera al crimen organizado. Desde el 11 de enero del 2006, cuando obtuvo alta como agente investigador adscrito a la comandancia de la guardia nocturna de la Policía Ministerial del Estado, siempre vivió expuesto a la ayuda de sus padres y de sus familiares.
Villela, como le decían en su trabajo, inicialmente tenía un vehículo marca Fox modelo 93 que uno de sus hermanos le había prestado, pero al descomponerse, tomó una unidad Nissan modelo 90 que era propiedad de su mamá y en ésa se desplazaba para ir a su trabajo.
El agente investigador era padre de 2 niños, uno de 6 y otro de 3 años, este último esperaba el 25 de julio –tres días después del crimen— una fiesta que le estaban preparando sus padres por su cumpleaños.
Antes de ingresar a la Policía Ministerial del Estado, trabajó como mensajero en un negocio de paquetería llamado “AM-PM”, después en la compañía “Coca Cola”, y de ahí, pasó a una compañía de alarmas de nombre “Gigabite”.
No tenía casa propia, vivía en una propiedad de su padre Edelmiro Villela Ávalos. Los familiares y amigos lo describen como una persona que no tenía enemigos o problemas personales con la gente. Comenzó a tener problemas cuando fue asignado a la base de operaciones de la radio de la Policía Ministerial del Estado, donde en muchas ocasiones, recibió reclamos de comandantes y jefes de grupo –según expuso a sus principales amigos– por escuchar las conversaciones que corrían por el sistema, y que él mismo definía como parte de su trabajo, porque estaba como operador de la radio.
En más de una ocasión Villela fue encarado, al grado que un comandante –del cual ya los investigadores tienen las referencias– estuvo a punto de liarse a golpes porque “ya le había dicho que cuando él hablara, apagara el radio”. Estas condiciones laborales fueron afectando el estado de salud del agente investigador, que antes de ser asesinado registraba problemas de gastritis y tiroides, por lo que constantemente estaba sometido a la toma de medicamentos a sus 27 años.
Los propios jefes del agente ya se lo tenían advertido: “cuando hagamos exámenes antidoping van a salir positivo, y con eso te vamos a sacar de esta área. Por eso, el 14 de julio cuando fue sometido al examen antidoping por la institución, se hizo dos exámenes alternos: uno en el Laboratorio “Núñez” y otro en el Laboratorio “Sadatt”. No tenía dinero en ese momento, pero empeñó un anillo de herradura de oro de su propiedad en mil pesos en la casa de empeño “Montepío” localizada en la calle Revolución e Independencia de la colonia Centro de La Paz, y con eso pago los estudios para evitar que trataran de sobrepasarse sus superiores.
Un día antes de ser ejecutado, Alberto Villela estuvo prácticamente todo el día en el poblado de Los Planes, ayudando a un compañero de su trabajo a remolcar un vehículo hasta un rancho de uno de sus familiares, y por lo cual le pagaron 500 pesos. Como era su costumbre, siempre buscaba allegarse de recursos extras; lo que hacía trabajando como DJ. De Los Planes regresó a las 4 de la tarde, llegó a su casa, saludó a sus niños y a su esposa, comió y tomó un baño antes de dormir, no sin antes programar su reloj despertador a las 7:30 de la noche para irse a trabajar antes de las 8. Su niño de 3 años estaba dormido. Sólo se despidió del mayor, su esposa vio cómo se puso una gorra con la leyenda “Policía Ministerial” porque no tenía ganas de peinarse. Se marchó, y ya no regresó.
El funeral
Los familiares del agente caído tardaron en recuperar el cadáver de Villela poco más de 16 horas. La guardia de la Policía Ministerial del Estado, llamó a la viuda y solicitó su presencia para hacerle unas preguntas. La mujer fue hasta el lugar –sin haber sido avisada del crimen de su esposo— y fue sometida a un interrogatorio. Después de responder las preguntas le informaron que su esposo había sido asesinado y que estaban abriendo una investigación para esclarecer el caso. La mujer fue a reconocer el cadáver e hizo los trámites para velar a su pareja.
En el funeral no había más que tres agentes investigadores amigos de Villela. La cuarta persona de la PGJE que estuvo en el lugar fue Arely Rodríguez García, quien llegó escoltada por cuatro agentes de la Policía Ministerial armados con rifles R-15.
Ni el titular de la PGJE, Gamill Arreola Leal ni el director de la Policía Ministerial del Estado, estuvieron en el funeral. Puros amigos y familiares. El cuerpo de Villela fue enterrado a las 4 de la tarde de pasado 23 de julio, tampoco se presentaron autoridades.
Contrario al crimen de los dos policías municipales del poblado de San Antonio, esta vez, no hubo reconocimientos ni guardia de honor para un oficial caído. El silencio es la marca que ha prevalecido sobre este caso, tanto que el crimen sólo mereció un escueto boletín de prensa, donde únicamente se dijo que el agente Alberto Villela Rangel, no hacía al momento de su crimen, ningún tipo de investigación.
La investigación paralela
Un grupo de inteligencia militar, sigue desde hace meses algunas pistas sobre los presuntos vínculos de agentes de la Policía Ministerial con el narcotráfico.
En las últimas detenciones de narcomenudistas –de enero a la fecha— ligados a la organización criminal de Adelaido o Heraclio Soto Aguilar “El Güero Layo”, los militares han logrado asegurar un sinfín de listas donde aparecen agentes de ese cuerpo policiaco, cobrando cuotas de protección, diarias y mensuales, que van de los 100 a los 80 mil pesos.
Los nombres de los agentes están expuestos en papeles y los testimonios rendidos por los detenidos apuntan hacia elementos, jefes de grupos y comandantes identificados de la siguiente manera: Armenta, Arturo, Salazar, Betty, Primo, Ramiro, José Luis, César, Trasviña, Juan Luis, Carlos, Ernesto, Fabricio, Ramón, Chávez, Colmillo, Antonio, Talamantes, Álex, Pareja, Francisco Javier, Jaciel, Toño, Salas y Méndez.
La ficha del Policía Villela
Fecha de Nacimiento:
21 de Febrero de 1984
Padre:
Edelmiro Villela Ávalos
Domicilio:
Andador 2 No. 252 entre San Luis Gonzaga y San Pedro Mártir, Col. Banobras. La Paz, B.C.S.
Dependencia:
Procuraduría General de Justicia del Estado (P.G.J.E.)
Corporación :
Dirección General de la Policía Ministerial
Fecha de Alta:
11 de Enero del 2006
Puesto Funcional:
Policía Ministerial
Área de Adscripción:
Comandancia de Guardia Nocturna
Funciones:
Agente Investigador
Entidad:
Baja California Sur
Fuente: PGJE
EL BARCO SE HUNDE EN LOS PRIMEROS 100 DIAS.. EL MACOVI DEBERA DAR UN GOLPE DE TIMON…O SE LO LLEVARA LA»·$%&/(.. OLFATEANDO EL …..!!!!….. DE SU VIRREY AGUNDEZ.. LA APLICACION DE JUSTICIA ES SOLO UN PUNTO DE LA LINEA DE PENDIENTES QUE AUN TIENE EL MACOVI..
SI ELLOS MISMOS LO MANDARON MATAR PARA QUE SE HACEN
POBRE CABRON DEJO 2 HIJOS PEQUEÑOS ,
Sobre la misma tormenta se encuentra el gran rezago en averiguaciones previas, denuncias que datan de mas de dos años. mientras los culpables de diversos delitos gozan de total impunidad.
la corrupcion en la procuraduria de la injusticia, continua a pesar de los anunciados «cambios» con bombo y platillo, pura faramalla y nada en claro que venga a beneficiar a la ciudadania, los delitos graves siguen sin esclarecimiento, los comunes ya ni se diga, al parecer le apuestan a la chiripa, como el caso de los menores asesinos, que si la madre de familia no denuncia el caso se mantuviera impune como muchos mas..
cual luto si ni fueron a los funerales del agente caido no la ching…
Vacaciones si todos los nuevos mandos son nuevo ingreso y por ley no tienen derecho huevones
guardar luto no mam…en si ellos mismos se lo ching…ron al pobre compa por que…. de seguro por que no quiso ser corrupto como ellos
ni siquiera su vida valio para una guardia de honor o a lo mejor la inche conciencia
cambio cual pinche cambio marcos
cambio de plaza sera?
El NARCO GOBIERNO azul perredista hace agua. Cada dia, se me va perdiendo y diluyendo el apoyo popular que pudo haber tenido, ante la gran farsa que monto junto a su ideologo politico: Narciso Agundez.
Y en esa falsa trama, tambien estan los malandrines del clan de la rosa, que hoy hacen de las suyas en el saqueo de al UABCS: Pretenden hacer uso de chicanadas para sacar de la jugada al RECTOR LEGAL: Dr Villavicencio, al querer jubilarlo a la mala.
Hasta donde llegara este grupo criminal en funciones de gobierno en BCS?
ra mas para el sonrik lo mismo que manejo narc izo en su sexenio de espanto CORTADOS CON LA MISMA TIJERA DELA IMPUNIDAD DEL DESASEO DE LA CORRUPCION DEL VALEMADRISMO DONDE ESTA EL CAMBIO QUE LOS SUDCALIFORNIANOS QUERIAMOS ESTE SR MACOBI ESTA ERRANDO CON SU INCAPACIDAD EN EL DESPACHO DE GOBIERNO SR DIENTES BLANCOS UN ESTADO SIN JUSTICIA ES UNA ESTADO SIN PODER YA BASTA FUERA EL SECRETARIO DE FINANZAS EL RATA MAYOR DESDE LA S C T RATA DE PUENTES………………………AL TIME.