Otra vez, el Fracaso Deportivo

Antonio Ceja

Al terminar la Olimpiada Nacional donde Baja California Sur participó en la sede de Yucatán, los resultados no le fueron nada favorables y terminó con una medalla menos con relación a su última participación en esta clase de eventos.

El deporte en nuestro estado es de una riqueza digna de tomar en cuenta. Cada vez son más y más las personas que se interesan en participar en alguna disciplina, especialmente de manera amateur.

Sin embargo, hace mucho tiempo que el estado presenta una sequía de talentos que destaquen a nivel nacional e internacional y ello, se  ve reflejado en la disminución de medallas en las últimas participaciones. El resultado de la pasada Olimpiada Nacional, dejó a Baja California Sur en el lugar 20 de 32 participantes con 14 medallas de oro. El año pasado, la entidad se colocó en la posición 15 el tablero al conseguir 15 medallas doradas, mientras que en las olimpiadas del 2009 y 2008, las cosas fueron de menos a más al conseguirse 29 y 21 medallas áureas.

Por puntos, las cosas están peores. Aunque en el 2008 el estado apenas logró acumular 603 puntos, en el 2009 logró aumentar apenas a 720 unidades. La estadística aumentó considerablemente en el 2010 al sumar 1874 puntos. Sin embargo, la cifra bajó en el 2011 donde se logró un acumulado de 1322 unidades. Respectivamente, nuestro estado se colocó, en suma de puntos, en la posición 22, 19, 21 y 19.

Evidentemente, si nos vamos más atrás, las cosas simplemente no son de un panorama halagador para el deporte sudcaliforniano. Fueron doce años o más, de políticas mediocres en materia deportiva. El desfase se dio, especialmente, con la ratificación de un oscuro personaje nacido en el leonelato y acogido por el agundismo: Marco Antonio Hirales. Con él, el deporte sudcaliforniano vivió una severa crisis.

Casi todos los que tenemos hijos deportistas han pasado por momentos cruciales donde la vida deportiva de los jóvenes se trunca con el eterno cuento de que “nunca hay dinero” y, emocionados los jóvenes deportistas, emprenden una serie de acciones para conseguir, aunquesea, quien les patrocine el uniforme o los apoye para completar el viaje a determinado lugar para participar. Hay decenas de historias donde el talento deportivo, por falta de recursos y planeación, se trunca de manera irremediable dejando a muchos talentos deportivos en el olvido y practicando sus disciplinas solo como entretenimiento.

Cuantas veces el “monito” Hirales se sentía orgulloso de los karatecas sudcalifornianos que venían cargados de medallas y reconocimientos cuando en realidad, las escuelas de la especialidad se costeaban los gastos para hacer los viajes con el apoyo de los padres quienes veían orgullosos a sus hijos regresar con varias preseas colgadas al cuello.

Las instalaciones deportivas de alto rendimiento no existen en el estado y las que se hicieron, como el velódromo del parque Nuevo Sol, es simplemente un elefante blanco que solo ha servido para que se robaran millones de pesos en equipo de ciclismo y que hasta ahora, nadie sabe donde se encuentra.

Los garbanzos de a libra, como Paola Espinoza o los hermanos García (Raúl y Ramón) y otros tantos ejemplos, han destacado en lo individual y de manera casi personal. Los karatecas, como ya se señaló, han ganado por su tesón personal. Queda claro que los deportistas, si quieren ser triunfadores, tienen que “rascarse con sus propias uñas” y pedir dinero en los crucero para  ver si logran “juntar” lo del viaje o el uniforme.

En el, sector oficial, especialmente en la SEP, urge se organicen eventos deportivos entre escuelas de educación media- superior. Disciplinas como el baloncesto. El futbol soccer o rápido, el béisbol y el boom que está teniendo el futbol americano y el llamado “tochito” son deportes que tienen mucho potencial como para hacer una o varias ligas y realizar torneos entre las escuelas que sirvan de fogueo. Un ejemplo del deporte escolar es Estados unidos, donde cada fin de semana los cotejos deportivos llenan estadios y, con el tiempo, las grandes estrellas  llegan al escaparate mundial. Hace falta un poco más de interés y organización. Lo mismo sucede con las universidades locales: no hay ligas de ningún deporte que las enfrente.

Una problemática esencial, es el aislamiento del estado y lo costoso de viajar a competencias olímpicas. Es utópico pensar que el gobierno pueda pagar todo, por ello, la participación de los empresarios y los políticos es esencial para mandar atletas competitivos a los encuentros deportivos nacionales. Cuantos jóvenes han acudido a diputados, regidores, delegados y demás fauna oficial a pedir un apoyo y solo han encontrado promesas y más promesas o, en su defecto, “apoyos” que apenas alcanzan para comprar una playera. Diga Usted, francamente, si conoce de algún empresario, político o empresa que haya apoyado con su patrocinio a algún deportista para lograr sus metas. Solo se aprovechan de la fama y del esfuerzo personal para anunciar sus productos, cuando es el caso, a deportistas ya consagrados y hechos fuera del estado como Paola Espinoza, imagen de una leche local.

Para sus comentarios, escriba a ceja_garcia@hotmail.com