Por: Salvador Castro Iglesias
Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
Por fin y después de años de quejas, extrañamientos, denuncias, gritos y sombrerazos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, decide darle la razón a dos pobres y indígenas que acusadas con toda la mala leche por la PGR estaban cumpliendo condenas hasta por 21 años acusadas de haber SECUESTRADO (hágame usted el favor) a Agentes Federales durante un operativo anti piratería en Santiago Mexquititlán.
Lo grave del asunto es que a sabiendas de que las supuestas pruebas presentadas contra ellas, estaban tan mal conformadas que cualquiera hubiera dudado de ellas (menos por supuesto el pelmazo del Juez Rodolfo Pedraza Longh) que usando toda su sapiencia aprendida de seguro en alguna escuela patito o bien, comprado y corrompido por los chicos malos de la PGR, decide darle entrada a tales pruebas y para adentro con todo y tamales a las chicas indígenas.
Por otra parte tenemos el caso de el Estado de Arizona, que apoyado por grupos extremistas y altamente racistas, decide de un plumazo, convertir en delincuentes a los inmigrantes indocumentados, solo por el hecho de tener la piel de distinto color o ser SOSPECHOSOS de no tener papeles gringous que les permitan trabajar como auténticos burros para mantener el Status Quo de esa misma bola de pelafustanes.
Obviamente el reclamo mundial no se ha hecho esperar y así como en el caso de las indígenas encarceladas por la PGR, me hace pensar que tristemente y muy a pesar de tantos y tantos avances en la ciencia, las artes, la cultura, el internet y demás, la Humanidad está perdiendo su Humanidad.
¿Cómo es posible que a pesar de saber claramente que su actuar es pésimo, deficiente, caótico, burdo e ilegal; la PGR se aferre a la fabricación de pruebas que a todas luces no convencen a nadie?.
¿Porqué exponerse como la Iglesia Católica al descrédito solo por sostener en su seno a tipejos inútiles que en aras de defender sus negocios turbios, dañan a las Instituciones?
¿Porqué siempre vemos feo y satanizamos, ignoramos y vejamos a los indígenas (que además ya estaban aquí cuando llegaron los conquistadores), utilizándolos como carne de cañón, para cubrir las estupideces que cometemos o decimos los BLANQUITOS o GUERITOS?
Mal estamos como País si permitimos que este tipo de atropellos sigan ocurriendo, en esta País que todavía conserva sus tradiciones y raíces, los indígenas son parte de nosotros, somos una rica mezcla de culturas y desgraciadamente no nos aceptamos como MEXICANOS.
Somos Mexicanos (y hasta gritamos henchidos de fervor Patrio) cada 15 de Septiembre, festejando nuestra Independencia mientras miles de Indígenas sumidos en el abandono y la miseria, mueren, son encarcelados y más triste aún, cazados y forzados a trabajar en condiciones inhumanas no solo por los Gringos, si no (más triste aún), por los propios Mexicanos, hacinándolos en casitas de cartón en ranchos agrícolas con el pretexto de que son mano de obra barata.
Aquí mismo, ¿Cuántos casos tenemos de migrantes que vienen a labrar y cosechar los frutos de la tierra y acaban mal viviendo en esos lugares?, ¿en dónde está el airado reclamo de los Sudcalifornianos para remediar esto?. La verdad, en muy pocos casos.
Yo quisiera invitarlos a que hagamos una reflexión y decidamos que tipo de País queremos para nuestros hijos, todos los que vivimos en este bello País, somos MEXICANOS y debe dolernos el saber casos como los anteriores y no hacer nada al respecto.
No olvidemos que México es un crisol en donde se amalgamaron dos culturas y juntas formaron lo que somos hoy, y que gracias a la indolencia y a la apatía, todo tipo de malvivientes se han apoderado de él lucrando con la miseria y la ignorancia de los Indígenas, nuestra Juventud, nuestros Hijos y la gran mayoría de nosotros.
De nosotros los adultos depende que la guerra al narco, la corrupción, el esfuerzo que (aunque pudiera ser cuestionable por muchos), del Presidente de la Nación por sacar adelante a este País, dé resultados.
Es muy cómodo echarle la culpa al Presidente pro todos y cada uno de los males cuando nosotros mismos, somos responsables de lo que nos pasa, y solo juntos como sociedad civil podremos volver a ser la gran Nación que fuimos alguna vez.
Nos leemos mas adelante…
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