Ciudad Constitución, B.C.S.- Hola como están finos cuatro y medio lectores, aquí de nuevo, con bastantes noticias y comentarios de la bellísima tierra, una tierra donde el ambiente político—al modo viejo—está sumamente caldeado—muy caliente, diríamos que el horno no está para bollos ni kekis, porque se les van a quemar. La política, grilla actividad proselitista como quiera usted llamarle, es de pronóstico reservado, tanto que ya empiezan las descalificaciones en uno y otros rubros. Por ejemplo a raíz de haberse publicado sendas fotos de unos aspirantes a una diputación, donde se hacia entrega de un donativo, se dije a voz sonora que ahora hasta filántropos salieron algunos aprendices de políticos, y su” buen corazón” se vuelca hacia los que menos tienen, si vieras como, dijo el otro, cuando de todos es sabido—dijeron unos cafeceros de ahí de la peque—que no son capaces de reglar un vaso de agua a nadie, menos muchos menos un café, pero como quieren llegar a una candidatura, pues sale a relucir su benevolencia, ese animote ayudar que se desborda como un río, incapaz de sostener la avalancha de buenos deseos y buenaventura `para con sus semejantes. Ni modo, en política y en el amor, dicen, todo es válido.
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