Dentro de los anales más vergonzosos en la política sudcaliforniana, se encuentra el atrevimiento del entonces alcalde Narciso Agúndez Montaño que apareció como ejidatario en La Purísima. Aunque se dijo que desistió en sus intento por integrarse a aquel ejido, utilizando obviamente documentación falsificada y a modo, esto retrata bien a nuestro mandatario como un personaje oportunista y abusivo.
Próximamente será el quinto informe de gobierno de Narciso Agúndez Montaño quien, debemos reconocerle, ha desplegado su presencia en todos los rincones de sudcalifornia aunque no con un afán sincero, sino que lo hace en nombre de la continuidad que no es otra cosa que pretender dejar herederos en el nuevo gobierno, que no le revisen las cuentas y que ni siquiera se atrevan a cuestionarle sus dudosas finanzas, ya que a la fecha no se sabe con exactitud el destino del dinero, pues no hay transparencia en el gasto público. (Foto Hemeroteca Edmundo Lizardi).

