No a la explotación comercial del dorado


Baja California Sur se opone a la explotación masiva de esa especie reservada para la pesca deportiva.

El Secretario de Pesca del Gobierno del Estado Joel Avila, el Diputado Federal Marcos Covarrubias y empresarios de pesca deportiva de Los Cabos plantearon ante el titular y funcionarios de Conapesca y el Instituto Nacional del ramo que la apertura a la comercialización del Dorado no puede ser una decisión de grupos de poder o partidos y se debe fundamentar con un estudio de impacto económico elaborado por instituciones científicas.

En un encuentro con Ramón Corral y el titular del INAPESCA, Joel Avila y Marcos Covarrubias Villaseñor plantearon la preocupación del estado y de los empresarios turísticos ante la eventual modificación al artículo 68 de la Ley de pesca que permitiría la explotación comercial del Dorado en el país que impulsan los estados de Sonora, Sinaloa, Chiapas y Nayarit.

En su intervención, Joel Avila hizo un exhorto a las autoridades, en nombre del Gobernador Narciso Agúndez Montaño, para que asuman este asunto con la mayor seriedad e importancia dado el impacto negativo que tendría en los destinos de pesca deportiva del estado y el país, trayendo la pérdida de empleos y afectaría a la industria turística.

Igualmente, el Diputado Federal Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor manifestó que en su calidad de secretario de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, se manifestó en contra de la iniciativa que busca la comercialización del Dorado.

Informó que ante esta preocupación se integró a la subcomisión creada para revisar y dictaminar la iniciativa, en donde propuso que no se tomara ninguna decisión ni se iniciará ningún trabajo hasta no realizar un estudio de impacto socioeconómico que determine las consecuencias de la apertura a la comercialización del Dorado.

En la reunión a la que asistieron la Presidenta del Sindicato de Pesca Deportiva de Los Cabos, Minerva Sáenz Valenzuela y Enrique Fernández Del Castillo por la fundación de conservación de los picudos, se estableció enfáticamente que no se debe dar una decisión unilateral, por presiones de grupos o partidos sino en base a un estudio científico que mida y demuestre los impactos económicos y sociales que tendría abrir el Dorado a la comercialización.


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